Un nuevo estilo jondo

El hombre de Tempul-Los gitanos | Crítica

'El fandango'. El fandango es uno de los estilos mencionados en 'Los gitanos'. / Instituto del Teatro de Barcelona
Juan Vergillos

07 de diciembre 2025 - 07:09

La ficha

'El hombre de Tempul-Los gitanos'. José Miguel Hué y Camacho. Ed. Javier Muñoz de Morales. Universidad de León.

Son dos novelas históricas del jerezano José Miguel Hué y Camacho que estaban prácticamente inéditas. Los estilos de cante y de baile que menciona Hué y Camacho en una de ellas, Los gitanos, corresponden a la época en la que está escrita la obra, 1838, no a la de la acción, unos 100 años antes, el reinado de Felipe V. El romance y la seguidilla existían en 1730, no así la rondeña, que también se menciona en la novela, y cuyos primeros datos documentales son de 1828. Es decir, de poco antes de que se escribiera el texto. El polo y la caña, también mencionados, son, asimismo, un anacronismo ya que la primera referencia al polo es de 1774, del manuscrito de las Cartas marruecas, y la primera referencia a la caña es de 1812. También la playera, mencionada asimismo, es posterior a la acción en la que se sitúa la novela, en concreto la primera mención literaria es de 1785. En el libro se da clamor como sinónimo de playera, quizá como sinónimo, a su vez, de jaleo, considerándolo un estilo gitano. “Cuando ella echa un clamor … se hunde el mundo. Ea, Maricuela, anda con una playera (...) tenían entonces los gitanos, y aún hoy conservan, otros [sones] peculiares suyos como los clamores o playeras”. La novela tiene el valor de presentar un personaje, don Pedro, que podría ser un antecedente del don José de Carmen. No un sucesor, como afirma el editor, ya que Carmen es posterior. El que sí sería un antecedente de ambos, de don Pedro y de don José, es Aleko, el protagonista de Los gitanos (1824) de Pushkin, del que Hué y Camacho pudo tomar también el título. En la obra de Hué y Camacho hay una fiesta de cante y baile, y no se mencionan las castañuelas. Canta una gitana y baila otra gitana. Por separado. Se canta una “playera” o “clamor” y se baila un baile “muelle y voluptuso” como es el fandango. En el libro no aparece la palabra flamenco, ni como sinónimo de cuchillo, ni como sinónimo de gitano, ni relacionado con la música y la danza. Lo primero, flamenco como cuchillo, está atestiguado en la época en la que se escribe la novela. Pero referido a los gitanos y a la música y la danza que ejecutan, hay que esperar. La primera referencia literaria que da como sinónimo flamenco y gitano se la debemos a Modesto Lafuente con su Fray Gerundio, periódico de política y costumbres y su “coro de vírgenes flamencas” a las palmas, que aparece en la “Epístola 4ª”, impresa en Madrid, aunque firmada en Sevilla, en marzo de 1841, en concreto en el capítulo titulado “Un bautizo de gitanos”. Además, en este texto aparece como sinónimo gitano y flamenco en un contexto musical, ya que se trata de un “coro” que acompaña al cante y a la danza con las palmas. Algunas de estas “vírgenes flamencas”, las “más acreditadas de filarmónicas” también cantan. Pero la primera mención sin asomo de duda donde flamenco significa música y baile es de 1847. Lafuente menciona un único estilo en aquel bautizo de gitanos de Triana, que no es otro que la playera.

En las novelas de Húe y Camacho aparece la palabra guitarra pero más a menudo se denomina al instrumento como vihuela y los gitanos participan en la Semana Santa pero no cantando saetas sino tocando el tamboril. La saeta de Semana Santa es posterior. Para el personaje del Tío Gregorio de la novela Los gitanos, Hué y Camacho se inspira sin duda en las Cartas marruecas ya que, como aquel de Cadalso, el Tío Gregorio de Hué y Camacho hacía “son con las palmas y fumaba alegremente” en la fiesta. Era el “director de la fiesta” igual que su homónimo de las Cartas marruecas. En ambos textos, se da el nombre de zambra a estas fiestas de gitanos.

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