Celia correa. Escritora

"La idea puede surgir de algo que veo mientras voy en el autobús"

  • La presidenta del Centro Artístico presenta su segundo libro de cuentos

Celia Correa.

Celia Correa. / G. h.

Celia Correa es un rostro habitual en los medios de comunicación granadinos pero más por su faceta de presidenta del Centro Artístico de Granada que como escritora. Este jueves presentará un nuevo libro, pero en este caso propio, Mares de tinta, un volumen de cuentos editado por la editorial granadina Artificios.

Celia Correa había publicado con anterioridad un libro de relatos, Mil años después, pero sus cuentos han aparecido en una treintena de antologías, entre otras Cuentos del alambre; Distancia corta;Cuento vivo de Andalucía; El tam-tam de las nubes;El agua y la palabra; Cuentos engranados; Dolor tan fiero: relatos para Teresa de Jesús; Nocturnario; Granada imaginaria; Amor con humor se paga o En unos pocos corazones fraternos.

"Tengo muchos registros pero procuro siempre dotar al relato de un contenido filosófico"

Este segundo libro está estructurado en cuatro partes tituladas Mares de tinta (que da nombre al libro), Muertos... demasiados muertos, Esa conmovedora indiferencia y La loca de palacio, a través de las cuales Celia Correa ha abordado la época nazarí, la Guerra Civil y el exilio republicano; así como el amor y la contemporaneidad. Sus personajes son Lady Diana, la sultana Aixa, Santa Teresa, Zenobia Camprubí, Federico García Lorca o Azaña, entre otros muchos.

En el primer apartado de temática más específicamente amorosa, se encuentra el relato que da nombre al libro. Entre otras historias puede leerse una versión de Romeo y Julieta que sitúa a los amantes en la época de la Transición y en la que la muerte de la relación con el paso del tiempo sustituye al fin de las vidas de los protagonistas.

El segundo bloque, más centrado en la Guerra Civil, repasa desde el destierro de Azaña hasta las últimas horas de la vida de Lorca pasando por como relatos como Luna menguante , en el que una pareja vive su historia de amor aislada de la Guerra en un Cortijo hasta que es denunciada.

El tercer capítulo recopila cuentos de temática más social, como el problema de los niños de la calle de Colombia -un "fenómeno hiriente" en palabras de la autora-, o el "drama interior por el sentimiento de desarraigo que provoca la emigración". Pero Correa también tiene espacio para tratar aspectos de actualidad, como la desafección por la clase política. Así, en Fervores Lejanos critica la comodidad en la que se instala un político cuando convierte en profesión aquello que fue una vocación juvenil.

La cuarta sección contiene relatos de carácter histórico, tanto de épocas recientes como del pasado musulmán granadino. Si La loca de palacio fantasea con la historia de Lady Di desde que llega como futura reina a la corte inglesa hasta que descubre que el papel que juega es el de segundona ante el peso de la amante, en otros relatos se narra la vida de Aixa. "Me tomo la licencia de contar la historia de su abuelo astrónomo en la corte nazarí, aunque no hay constancia de su profesión he querido imaginarlo así", comenta la escritora, que también trata figuras como la santa de Ávila.

Con una temática tan absolutamente variada es fácil suponer también variedad de fuentes de inspiración que han dado pie a estos relatos, en los que Correa ha estado cuatro años trabajando. "La idea puede surgir de una frase de una película, algo que veo en un viaje en autobús o de mis lecturas, como en el caso de Azaña o Aixa", cuenta la escritora, gran conocedora tanto de la época nazarí como de la historia de amor de Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, que inspira uno de los relatos de la obra y que adelanta que dará pie a una novela.

En la estructura de la obra, que carece de prólogo, la presidenta del Centro Artístico cuenta que ha tenido mucho que ver su editora, Ana Morilla. "Ella me sugirió que agrupara los cuentos por temáticas y me gustó la idea", explica Correa, que en este último lustro ha aceptado todas las invitaciones que recibía para participar en antologías de relatos como una forma de disciplina literaria para estar activa a pesar de su apretada agenda. "Casi todo mi tiempo libre va para el Centro Artístico y así me he obligado a escribir. Por eso, algunos de los cuentos habían sido publicados ya", explica la escritora, para quien este volumen tiene una mayor uniformidad que el anterior en cuestiones de estilo. "Mi prosa tiene lo que calificaría como un lirismo contenido. Poseo muchos registros pero procuro siempre dotar al relato de un contenido filosófico", señala sobre lo que van a poder encontrar los lectores en esta última entrega de sus relatos.

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