Aaron Goldberg. Músico

"La improvisación te enseña a ser flexible ante el auditorio"

  • El virtuoso pianista Aaron Goldberg actúa esta noche al frente de su trío, con el contrabajista Reuben Rogers y el batería Leon Parker.

Tras el desbarajuste armado por el sensacional concierto que ofreció el sábado Juan Perro, despedido con una cerrada ovación y todo el teatro puesto en pie, digamos que vuelve la normalidad al Festival Internacional de Jazz de Granada con la elegante y primorosa propuesta de Aaron Goldberg, un pianista de extrema sensibilidad e intensa capacidad lírica, que acompañado por el contrabajista Reuben Rogers y el batería Leon Parker, dos de los músicos más sólidos y reputados del mundo, asiduos del festival granadino como acompañantes de grandes figuras del jazz norteamericano, actúa esta noche en el Teatro Isabel la Católica. Con él debe volver la compostura que normalmente mantienen los aficionados al jazz y que solo la bendita chispa que Auserón supo prender en el patio de butacas fue capaz de hacer saltar por los aires. El suyo es un concierto extraordinario, fuera del programa central y del abono que, de ser Granada una ciudad normal donde los plazos se respetaran, debía haberse celebrado en el controvertido Centro Lorca. Las últimas dificultades con las que este recinto se ha tropezadohan obligado a la organización a reubicarlo en la sede habitual donde tienen lugar las actuaciones del programa oficial.

-Pasan los años y los discos ¿Alguna vez escucha 'Turning Point' (J Curve Records, 1999) su primer disco? ¿Qué tipo de emociones le evoca?

-Evidentemente no lo escucho intencionadamente, pero es un placer oírlo por casualidad de vez en cuando. Tiene un espíritu orgánico e inocente… No pensé demasiado en lo que estábamos haciendo ni estaba preocupado con visiones conceptuales. Sólo hay la música pura de alguien en proceso de crecimiento artístico, pianístico y humano. Se pueden escuchar más claras mis primeras influencias y también las de mis compañeros. Oírlo es una buena experiencia de autoconocimiento.

-Y del resto, ¿hay alguno que sea su favorito?

-Es difícil contestar porque todavía no tengo la distancia suficiente para hacer una autocrítica sobre mis grabaciones. No pienso necesariamente que sea mi mejor álbum, pero me gusta el sentimiento o ambiente del trío en 'Worlds' (Sunnyside Records, 2006), unido, muy cercano y también relajado, casi dulce. Fue aquella una etapa importante en el desarrollo del sonido del grupo. Musicalmente me gusta la magnífica contribución de Guillermo Klein en 'Bienestan" (Sunnyside Records, 2011), y al mismo tiempo el mundo totalmente diferente de Ali Omer y yo mismo en 'Yes!' (Sunnyside Records, 2012)

-He leído que usted dijo: "En España hay un gran respeto por el artista". ¿Es así como se ha sentido?

-Sí, siempre me he encontrado muy buen ambiente para la música en general y para mí en particular. No podría decir si ese respeto sería extensible a toda la cultura española, pero así lo he notado en relación al jazz y la música improvisada.

-Ha acompañado a artistas tan diversos como Betty Carter, Madeleine Peyroux, Freddie Hubbard... siempre en diferentes estilos. ¿Es la variedad siempre mejor que la uniformidad?

-Los pianistas que siempre he admirado más (como Herbie Hancock, Chick Corea, Mulgrew Miller…) tienen la habilidad, sí, de tocar en ambientes muy diversos y siempre suenan 'como ellos mismos', de forma reconocible; tienen la habilidad de ser creativos, inspirados y de contribuir a algo más grande que ellos. También tocar con alguien más dotado que tú (y pienso en un dúo entre Chick y Herbie) te enriquece. Esto es la verdad de la música de mis héroes, como Miles Davis, John Coltrane, Wayne Shorter, Sonny Rollins, etc. La improvisación te enseña a ser flexible y espontáneo ante el auditorio.

-En esa variedad su último disco se acerca de nuevo a sus influencias brasileñas. ¿Por qué?

-Brasil es una mina rica en canciones mágicas, que mueven el corazón y estimulan los oídos al mismo tiempo. Su tradición de 'composición' es tal vez igual de rica que la americana. También hablo portugués y me siento como un minero de estas canciones. Escuchando Trocando em Miudos me puse a llorar y la primera vez que oí Francisca también.

-También ha grabado dos veces 'Con Alma', de Dizzy Gillespie. ¿Podemos esperar algo más amplio dentro del latin en el futuro?

-Siempre estoy en dialogo con el mundo panlatino (si no incluimos ahí el lado brasileño). El disco 'Bienestan' es otro ejemplo; 'Worlds' y 'Home' (Sunnyside Records, 2010) son dos más. Por supuesto que el latin va a seguir siendo una parte de mi vida, pero eso sí, intentando tocarlo en mi propio estilo 'newyorqueño'.

-Además de los estándares del jazz típicos ha trabajado con el pop (Stevie Wonder, por ejemplo...) ¿Tiene esta música mayoritaria posibilidades de inspiración para usted?

-Siento sobre Stevie Wonder lo mismo que lo que hemos hablado sobre la música brasileña. Stevie es un maestro de 'la canción', y en unir oído y corazón. Siempre voy a volver a Stevie, y también a cualquier otro músico de pop que me inspire. Por desgracia, no hay mucho últimamente, pero haberlo, haylo.

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