Cultura

Un marchante ebrio pierde un Corot millonario

  • 'Retrato de una niña', con un valor estimado de un millón de euros, desaparece misteriosamente en Nueva York tras una noche de borrachera

Los propietarios de una pintura del francés Camille Corot (1796-1875) que desapareció en Nueva York han presentado una demanda en la que piden 1,3 millones de dólares al marchante que debía venderla y que, sin embargo, la extravió durante una noche de borrachera, según informa el New York Post. El experto en arte al que se encargó la venta de Retrato de una niña, James Carl Haggerty, se enfrenta a una demanda millonaria después de perder la pieza, valorada en 1,3 millones de dólares (1 millón de euros), la cual había mostrado a unos posibles compradores en un hotel de Manhattan, donde asegura que acabó demasiado bebido como para recordar qué le pasó al cuadro.

Kristyn Trudgeon, una de las propietarias de la pieza, ha decidido llevar el caso ante los tribunales, después de que, según la demanda interpuesta el martes, Haggerty fuera incapaz de recordar qué le ocurrió a la obra, del siglo XIX, y su paradero sea aún un misterio.

Los hechos ocurrieron el pasado 28 de julio, cuando Haggerty acudió al lujoso hotel neoyorquino The Mark con la centenaria obra para mostrarla a un comprador y, tras el encuentro, decidió quedarse a tomar unas copas en el recinto, del que salió, según muestran las cámaras de seguridad, con el cuadro aún bajo el brazo. Al día siguiente telefoneó a Trudgeon para comunicarle que no sabía lo que le había pasado al cuadro debido a que "había bebido demasiado la noche anterior", según la demanda.

"Creo que es un completo idiota", señaló al New York Post la propietaria de la obra, quien espera que la Justicia obligue a Haggerty a pagar la pieza. La demanda detalla que el marchante dejó el cuadro en dos ocasiones con el conserje del hotel esa noche mientras se disponía a beber en el bar, pero en ambas ocasiones lo recogió. A la salida del hotel, según la grabación de las cámaras, Haggerty se niega a coger un taxi, como le sugiere el portero del edificio, y asegura, con el cuadro en su haber, que ha traído su propio coche y que conducirá hasta casa, pese a que en el vídeo se le puede ver con problemas para andar.

Cuando Haggerty regresó a su hogar, las cámaras del edificio lo captaron entrando sin la obra, por lo que se cree que el hombre extravió el cuadro o hizo algo con él en algún punto entre el hotel y su domicilio.

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