Hasta seis títulos de nacionalidad española, entre ellos dos co-producciones, se verán en el próximo Festival de San Sebastián. Unas cifras algo abultadas que parecerían querer compensar con un exceso de chovinismo la cada vez más escasa presencia de nuestro cine en los principales festivales de la temporada.

No es éste el caso de Locarno, un certamen en horas felices, ahora bajo dirección artística de Carlo Chatrian, que de unos años a esta parte parece haberse convertido, además de en un evento plural, heterogéneo y sin excesivos peajes, en el principal escaparate internacional del mal llamado -por lo que tiene de etiqueta automarginadora- otro cine español: por allí ha pasado con éxito el catalán Albert Serra, Pardo D'Oro en 2012 con Historia de la meva mort, y se han visto también en ediciones recientes los trabajos de Daniel V. Villamediana (La vida sublime), Luis Carrasco (El futuro), Eloy Enciso (Arraianos), Lois Patiño (Costa da Morte) o Lupe Pérez (Antígona despierta).

La edición de 2015, que se celebra desde este miércoles hasta el próximo día 15, no es una excepción a esta buena recepción del cine español menos convencional en el certamen suizo que se celebra a orillas de lago Maggiore: el hispano-brasileño Sergio Oksman, ganador del Goya al mejor corto documental en 2012 con A Story for the Modlins, presenta en el concurso oficial O Futebol, un filme sobre el reencuentro de un padre y un hijo en pleno Mundial de Fútbol de 2014; mientras que uno de nuestros mejores embajadores cinematográficos, José Luis Guerin (En construcción, Tren de sombras, Guest), presentará en la sección Signs of life su nuevo ensayo fílmico, La academia de las musas.

Junto a ellos, el hasta ahora director de fotografía Mauro Herce también ha conseguido colocar su primer largo, Dead Show Ahead, en la sección Cineastas del presente, y Lois Patiño (por partida doble: Estratos de la imagen y Noites sem distancia) y Xacio Baño (Eco) llevarán sus nuevos trabajos al prestigioso concurso de cortos, confirmando el buen momento que vive el novo cine galego en los circuitos alternativos.

Pero Locarno tiene muchos y más variados argumentos de seducción para el cinéfilo exigente. Sin ir más lejos, en su Concurso Oficial encontramos a nuestro cineasta (surcoreano) más querido, Hong Sang-soo, que prosigue su incansable ritmo de trabajo, que sale a película por año, sobre temas (sentimentales) y variaciones (narrativas) en Right now, wrong then. Junto a él, la veterana cineasta belga Chantal Akerman regresa al territorio del cine íntimo y confesional con No home movie, siguiendo los pasos biográficos de su madre. Los trabajos de Ben Rivers se encuentran a mitad de camino entre la etnografía y la experimentación. Su nuevo filme, The Sky Trembles and the Earth Is Afraid…, está rodado en el desierto del Sáhara. Grecia sigue aportando títulos a la cosecha anual del cine festivalero, y Athina Rachel Tsangari (Attenberg) es una de sus embajadoras habituales. Su Chevalier también compite por el Pardo D'Oro. Las nuevas cintas del holandés Alex van Warmerdam (Schneider vd. Bax) y del director de Sri Lanka Vimukthi Jayasundara (Dark in the White Night) abren el campo de visión a una competición que también contará con la presencia de dos grandes veteranos del cine europeo: el polaco Andrzej Zulawski regresa tras 15 años de parón con Cosmos, adaptación de la novela de Gombrowicz, mientras que Chant D'Hiver, la última película del georgiano Otar Iosseliani, ha sido finalmente incluida en el concurso.

El jurado, formado este año por Udo Kier, Nadav Lapid, Daniela Michel, Moon So-ri y Jerry Schatzberg, tendrá que decidir a manos de quien va el Pardo D'Oro que en la edición de 2014 recayó en la monumental Mula sa kung ano ang noon, del filipino Lav Diaz.

La Piazza Grande de la ciudad suiza acoge el que es uno de los cines al aire libre más espectaculares del mundo, y se reserva las proyecciones más populares del certamen, además de las diferentes entregas de premios y homenajes. En unos días pisarán su escenario estrellas como Andy García o Edward Norton y recibirán un merecido reconocimiento Michael Cimino, Marco Bellocchio y el montador Walter Murch. Del primero se proyectará además El cazador, mientras que del segundo se podrá ver en pantalla gigante una flamante nueva copia de I pugni in tasca, de la que se cumplen 50 años de su estreno.

El cine más comercial también tiene su espacio en la Piazza, a la que asomarán Ricki and the Flash, la nueva película musical de Jonathan Demme, protagonizada por Meryl Streep; Trainwreck, la nueva comedia de Judd Apatow, de inminente estreno; o Amnesia, de Barbet Schroeder.

Los amantes del western moderno podrán disfrutar también en Locarno gracias a la retrospectiva dedicada a Sam Peckinpah, en la que se podrán ver todos sus trabajos para cine y televisión y donde su obra y su figura serán analizadas por los mejores expertos internacionales.