Inaugurada la muestra 'Nocturnas', una producción de Acción Cultural Española

Un paseo por la noche española del siglo XX entre cafetines, tabernas y gentes de mal vivir

  • El Centro CajaGranada exhibe 120 fotografías en blanco y negro de la vida nocturna en numerosas ciudades hechas por los mejores fotoperiodistas nacionales de la época en su nueva exposición

El escenario diseñado por Mónica Boromello simula una calle iluminada por farolas.

El escenario diseñado por Mónica Boromello simula una calle iluminada por farolas. / Jesús Jiménez / Photographerssports

El famoso Café Alameda de Granada donde nació la tertulia el Rinconcillo con Lorca y Falla a la cabeza; el barrio chino y el Bar Canaletas de Barcelona; la taberna Casa Guerrita Chico en los alrededores de Callao; los característicos cafetines económicos que había por Antón Martín, Lavapiés y La Latina de Madrid. Hasta el rótulo del cine Princesa iluminado durante la proyección de la película El millonario en 1955. Estos espacios, ya desaparecidos menos el cine madrileño, se podrán ver en todo su esplendor fotografiados en la exposición Nocturnas. Mientras la ciudad duerme (1900-1960). El Centro CajaGranada es desde ayer el escenario de un paseo por la noche española del siglo XX entre cafetines, tabernas y "gentes de mal vivir". 

El centro cultural exhibirá 120 fotografías en blanco y negro de la vida nocturna en numerosas ciudades, hechas por los mejores fotoperiodistas de la época, hasta el 24 de enero. Organizada por Acción Cultural Española y la Fundación CajaGranada con la colaboración de la Comunidad de Madrid, la exposición es una apología a la luz en la noche y la evolución de su alumbrado; el testimonio gráfico de una conquista: la ciudad nocturna, hasta entonces reservada a unos pocos noctámbulos, artistas y "gentes de mal vivir". En la muestra, comisariada por Lucía Laín, se pone en valor los grandes nombres de la fotografía española del pasado siglo, desde el primer fotoperiodismo.

"Quiero rescatar una cita del cineasta Gonzalo Suárez que me ha servido para darle sentido a este itinerario: "Esta noche se hubiera parecido a otras pero de pronto no quise". Quiero invitaros a sumergiros en un recorrido nocturno especial. No es una noche cualquiera porque estamos recorriendo el paso del tiempo, la geografía española, no sólo la noche en diferentes ciudades, siguiendo un avance cronológico", declaró Laín. La exposición abarca "desde 1900 hasta lo que conocemos como la década radiante, los años 50, cuando las ciudades crecen no sólo horizontalmente por el desarrollo demográfico sino también verticalmente", señaló la comisaria. Al final, el visitante podrá comprobar y apreciar los edificios iluminados, muestra de como la luz se hace presente hasta rayar casi los cielos.

Los autores de las fotografías se remontan a los primeros maestros del fotoperiodismo como Alfonso, Cortés y Santos Yubero en Madrid, Brangulí, Gaspar, Sagarra y Torrents en Barcelona, Pacheco en Vigo. O el fotógrafo y editor Lucien Roisin, que recorrió con su cámara toda la geografía española. Gracias a sus instantáneas, el público también conocerá el trabajo de las personas encargadas de mantener en funcionamiento la maquinaria de la gran ciudad en la noche: los conductores de los últimos tranvías, obreros de la construcción, camareras, faroleros y serenos. Todo ello se podrá ver en las paredes de la sala pobladas de imágenes de la noche a gran formato y con citas literarias de los escritores y periodistas coetáneos que aluden a la noche y sus habitantes. También aparecerán instantáneas de Adolfo Zerkowitz, artista austríaco afincado en España, y Ruth Matilda Anderson, fotógrafa estadounidense que viajó por toda España en representación de la Hispanic Society.

Con los avances técnicos se inaugura la posibilidad de conquistar la noche, tanto por la proliferación del alumbrado público como por la posibilidad de captarlo al acortarse los tiempos de exposición de las fotografías, acercándonos al concepto de instantánea de la fotografía contemporánea. Una oportunidad única de recorrer la noche española con sus luces y sus sombras, contrastes desvelados por el flash de magnesio, en un despierto recorrido nocturno por la primera mitad del siglo XX. "Era un gran esfuerzo para ellos. Ahora las cámaras se ajustan, pero antes los tiempos de exposición eran eternos. Eso daba pie a que se formaran barridos y juegos de luz muy especiales. Suponía todo un reto", reconocía Laín, que explicó que "el fotógrafo generalmente iba acompañado de un periodista, un cronista; y juntos se adentraban en la oscuridad de los bajos fondos".

"La noche al principio estaba poblada por cuatro noctámbulos y la aristocracia en esos salones iluminados que podréis contemplar. Quiero que os pongáis en la piel de este fotógrafo. Vamos creado una noche anacrónica. Todos nos vamos a sentir representados", aseguró la comisaria de la exposición de gran valor histórico, documental y sociológico. Los juegos de luz y agua de las exposiciones universales darán paso a los años 30 y los tiempos de la Segunda República, con la decidida aparición de las mujeres en la noche -mecanógrafas y universitarias en su mayoría- y los reportajes gráficos de claro contenido social. Los daños producidos por la Guerra Civil y la falta de medios provocan que el alumbrado público no se recupere. Habrá que esperar hasta la década de los 50 para asistir a la llegada de la nueva luz de la modernidad y aguardar, con fotógrafos de la talla de Portillo, Henece o Català-Roca, la llegada de un nuevo amanecer.

En la exposición se podrán ver tres audiovisuales: Fotografiar la noche, que introduce a la fotografía nocturna desde una perspectiva internacional (cuando George Shiras, Benjamin Lloyd, Lewis Hine, Jacob Riis, Jessie Tarbox Beals se adentran en las ciudades a finales del XIX, en las primeras ciudades españolas los fotoperiodistas también lo estaban haciendo, ya que revistas como Blanco y Negro y Nuevo Mundo contaban con una sección dedicada a la noche); Nocturno en la Alhambra, una interpretación a partir de la serie El bosque de la Alhambra iluminado con bombillas eléctricas tomadas por el fotógrafo Manuel Martín de Victoria en plena noche y conservada por la Real Academia de Bellas Artes; y El alegre Paralelo, un fragmento del documental de Enric Ripoll Freixeis y Josep Maria Ramón rodado en Barcelona en 1964. Este último es un homenaje al Paralelo de Barcelona donde se refleja el ambiente de una de las calles más emblemáticas de Barcelona y los ecos de su pasado y el Raval con música de jazz de fondo.

Un homenaje al ocio nocturno

El proyecto se trata, en palabras de Laín, de "un homenaje al ocio nocturno, ese que tanto nos cuesta disfrutar ahora, y que Baroja, contemporáneo de este tiempo que narramos, vino a decir en Las noches del Buen Retiro que la gente en aquel tiempo se divertía igual que hace 500 años y probablemente lo hará como dentro de otros 500": en buena compañía y con alguna bebida en un bar, una taberna o un cine. Mismas costumbres, distintos lugares y siempre una única intención: pasarlo bien.

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