Crítica de Música

Una noche para el mestizaje

El pianista dominicano y el guitarrista almeriense durante su concierto en el Palacio de Carlos V.

El pianista dominicano y el guitarrista almeriense durante su concierto en el Palacio de Carlos V. / carlos gil

El Palacio de Carlos V acogió, dentro del Festival de Granada, una noche de mestizaje en la que Michel Camilo y Tomatito fusionaron su arte para delicias del público asistente. Esta concesión a las otras músicas viene siendo un sello de identidad de las últimas ediciones del festival, y a juzgar por la aceptación tanto en taquilla como a nivel artístico parecen haber encontrado una veta exitosa para atraer a nuevos espectadores.

El programa que ofrecieron Michel Camilo y Tomatito fue una selección de los tres álbumes que han compartido desde el año 1999, una singular fórmula musical que aúna un piano de jazz latino con la guitarra flamenca. Aunque las necesidades tímbricas del espectáculo obligaron a sonorizar con megafonía los dos instrumentos, y la ecualización no siempre resulta agradable al oído del oyente clásico, una vez hecho a la nueva sensación el resultado fue el pretendido, dotando de brillantez tanto las partes solistas como los dúos simultáneos.

El homenaje a la música brasileña llegó con 'Agua e vinho' y a la clásica con una obra de Erik Satie

Cuando apareció el disco Spain hace diecisiete años pocos críticos auguraban el éxito que tendría este tándem artístico. Sin embargo, el gran público reconoció no sólo la arriesgada propuesta, apadrinada por el director de cine Fernando Trueba, de los artistas sino sobre todo la enorme frescura y dinamismo que el jazz ofrece a la guitarra flamenca, que por su parte aporta el sentimiento y la pasión propios de esta música. No es el único caso que conocemos; a la sombra del resultado obtenido otros artistas como Chano Domínguez y Niño Josele se lanzaron a fusiones similares.

El concierto estuvo cargado de referencias a los artistas que inspiraron en su día Spain y, con el tiempo, prolongaron su sombra en los otros trabajos. Comenzó con Libertango de Astor Piazzolla, contenido en el segundo disco del dúo. La obra del músico argentino fue recordada también con Oblivion. La magia y complicidad del dúo artístico y la calidad interpretativa de ambos permitió adaptarse al diferente carácter de cada pieza; mientras la primera resultó más apasionada y rítmica, la segunda constituyó un ejercicio de introspección artística de alto nivel.

También se hicieron referencias a algunos momentos importantes de su relación de amistad de casi dos décadas, incluyendo el tema A mi niño José que compuso Tomatito por el nacimiento de su primer hijo mientras grababan el primer disco en Nueva York. Curiosamente, en los temas flamencos muchas veces el guitarrista almeriense dejaba que volara la imaginación de Michel Camino, concediéndole un marco de libertad creativa e inspiración al pianista.

Su admiración e interés por la música de bandas sonoras homenajearon a Ennio Morricone interpretando dos temas de la banda sonora de Cinema Paradiso. La música de cine también estuvo presente en los bises, ya que el primero de ellos fue el tema de amor de la banda sonora que Michel Camilo compuso para Too Much. En todas estas piezas ambos músicos mostraron un carácter intimista y delicado, cuidando al máximo las sonoridades de cada instrumento.

Los tributos continuaron con referencias a la música brasileña con Agua e vinho de Egberto Gismonti, el jazz con la pieza Our Spanish Love Song de Charlie Haden y la música clásica con la Gnosienne núm. 1 de Erik Satie. En todas las obras demostraron una enorme versatilidad en la improvisación y la adecuación de los arreglos realizados.

No podemos olvidar a Chick Corea, compositor del tema Spain que dio título al primer disco y presente en los demás trabajos. De él se interpretaron tres temas grabados en la trilogía (uno por álbum), empezando por el del último disco Armando's Rhumba, un tema muy rítmico y vivaz. Del segundo disco interpretaron La fiesta, pieza con la que acabó el programa oficial de la noche. Sin embargo, el aplauso unánime de los asistentes, y la buena sintonía de los artistas, garantizaron la prolongación de su actuación con dos bises, siendo el segundo el popular tema Spain del citado autor.

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