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"Ha pasado muchas veces el tren y no lo hemos cogido. Ahora es el momento"

  • Echa de menos el Instituto de Astrofísica de Andalucía en Granada, pero comienza una etapa enriquecedora. Su objetivo, que España comience a liderar proyectos de envergadura internacional

La ciencia es mucho más que estar bien situado en una lista a nivel internacional. Es también estar en el momento adecuado. El nuevo presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el granadino Rafael Rodrigo Montero, lo cree así. "Ahora estamos en el momento adecuado. Hemos visto a lo largo de los últimos años que ha pasado muchas veces el tren y no lo hemos cogido".

-Como científico y como presidente del CSIC, ¿qué proyectos le gustaría que liderase España?

-Me gustaría que España tuviera más presencia en todo lo que es el genoma humano. En lo relacionado con la investigación de la salud. Ya lo tiene, pero debería tener más. Me encantaría que liderase algunas disciplinas como la nanotecnología, energías renovables o el cambio global. En este nuevo pistoletazo de salida de la investigación, me gustaría que España fuera capaz de empezar a liderar proyectos de envergadura a nivel internacional en un corto periodo de tiempo.

-Es posible...

-Es posible porque no partimos de cero. La sociedad tiene que saber que la ciencia española tiene ya un sitio a nivel mundial. No estamos muy lejos en la producción científica. Yo diría que estamos al mismo nivel de lo que es nuestra capacidad económica... no podríamos ir mucho más allá. Es verdad que de lo que hablo es de cantidad. Lo que hay que mejorar es la calidad.

-¿De qué forma?

-Se mejora con nuevas estructuras, nuevas facilidades en los organismos para gestionar y que esa gestión no esté asociada a una falta de control sino que la cultura de la evaluación en ciencia es una cultura cotidiana para nosotros. Lo mismo que pedimos capacidad de maniobra, pedimos que se nos evalúe y se nos pidan resultados.

-¿Podría hacer un diagnóstico de la ciencia española?

-La producción científica es correcta pero puede mejorar en su calidad. La producción tecnológica tiene todavía mucho más margen de mejora y hay que buscar las herramientas para hacerlo.

-Un paso urgente que crea que haya que dar...

-Yo creo que lo que hace falta en España es crear estructuras ágiles y que sean capaces de facilitar los proyectos de investigación. Se han aumentado considerablemente los recursos económicos en la anterior legislatura. Ahora hay que mantener ese ritmo porque si no nos volveremos a quedar atrás.

-Y desde el CSIC en particular, ¿cuáles serían los objetivos?

-El CSIC es el organismo pluridisciplinar más grande que tiene el país y el que tiene que servir como articulador del sistema de I+D en España. Hemos logrado cambiar nuestro estatus jurídico de un organismo autónomo a una agencia. Nos convertimos en agencia justo al final de la anterior legislatura, con lo cual no hemos tenido tiempo de desarrollarla. El primer paso es hacerlo para tener esa autonomía en la gestión de recursos humanos y económicos que nuestros propios investigadores son capaces de adquirir de forma competitiva. Si no lo hacemos así, tendremos otra vez el corsé en la administración y no podremos ser competitivos con nuestros homólogos en Europa. El primer paso, por tanto, tiene que ser desarrollar nuestro propio estatuto y desarrollar herramientas que nos permitan salirnos de las trabas burocráticas en las que nos hemos encontrado en el pasado.

-¿Podrán superarse así?

-Seguro que sí. No será de cero a cien. Hay que correr como un Fórmula Uno pero primero hay que ponerlo a punto. Vamos a ir creando herramientas como una Fundación General del CSIC, que está autorizada ya por el Consejo Rector. A través de ella, podremos atraer también capital privado y hacer unión de intereses públicos y privados en una fundación que permita la realización de trabajos específicos. También intentaremos mejorar la capacidad de transferencia de conocimiento al sector productivo sacándolo del marco de la administración mediante sociedades mercantiles, en donde esta transferencia se mueve como pez en el agua. Obviamente una sociedad mercantil controlada por el CSIC [que también será controlado].

-Existe para los investigadores la preocupación de un contrato demasiado tardío...

-Es una preocupación real y no sólo de los investigadores sino de los que tenemos la responsabilidad de dirigir organizaciones como el CSIC. Creo que no se puede entrar en la carrera investigadora estable con tantos años. Cómo se puede rebajar? Ofreciendo la posibilidad de unos contratos que puedan convertirse en indefinidos o que puedan pasar a tener una situación estable transcurrida una evaluación. Me refiero a contratos de cinco años que a los tres sean evaluados y que si cumplen esa evaluación se le ofrezca la oportunidad de integrarse en el sistema, y si no, tengan dos años más para salir del CSIC, para salir del sistema, o para irse al sistema público o a otra organización interesada en sus servicios.

-¿Cómo ve la relación sociedad-ciencia?

-Ya nos estamos mirando. Hace tiempo la ciudadanía y los científicos no andaban mucho de la mano, estaban incluso dándose la espalda. Ahora se miran y empiezan a andar... La sociedad no sólo tiene que tener la cultura científica necesaria para posicionarse sino que además es la que está sufragando la investigación por lo que tiene el derecho y el deber de demandarla.

-¿Qué peso tiene Granada en el mapa científico actual de España?

-La Universidad de Granada es una de las más competentes desde el punto de vista científico. Desde el punto de vista del CSIC hay cinco centros de investigación, uno de ellos fruto de la colaboración con la UGR, el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra. Institutos que en sus disciplinas hacen una investigación muy prometedora como el Instituto de Biomedicina y Parasitología, el Centro Experimental del Zaidín, la Escuela de Estudios Árabes y, no puedo dejar de citarlo, el instituto que yo dirigí durante mucho tiempo y que ha sido la base de toda mi investigación, el Instituto de Astrofísica de Andalucía.

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