Ahora el público tendrá la oportunidad de poder decir que conoce muy de cerca a grandes figuras del mundo del arte de la talla de Andy Warhol, Velázquez o Van Gogh. El artista José Miguel Jiménez Scheroff inauguró ayer en la Sala Zaida de Caja Rural su nueva obra, Epidermis voraz. La exposición permanecerá hasta el 25 de octubre, y es el primer trabajo individual de Scheroff. El tema principal es la piel.

La muestra está compuesta por doce retratos a gran formato (200 x 150 cms), que aportan a la imagen detalles, que con dimensiones normales serían imperceptibles para el espectador. "El diálogo de la obra era el estudio del tejido de la piel, la representación pictórica de la carnalidad. Quería trabajar con la pintura semejando la epidermis, intentando reproducir lo que realmente es, de ahí el título", apostilla Scheroff.

El poder de las miradas también se halla muy presente en los doce retratos. "Si una cara grande se dirige a alguien, la mirada te llama, impacta a la persona. Es una estrategia que utiliza mucho la publicidad, que el modelo mire", aclaró el artista.

El proyecto, que comenzó hace dos años, nació por la admiración que Scheroff le profesaba al pintor y fotógrafo americano hiperrealista Chuck Close. Este artista también trabajaba centrándose especialmente en los detalles. "Me gusta el hiperrealismo que le saque partido a la fotografía y añadirle yo mis propios detalles aparte de los que se encuentren allí. Para mi trabajo utilicé fotografías de operaciones quirúrgicas, vistas desde microscopios, para así sacar mis detalles", explica Scheroff.

Entre las doce composiciones, aparte de artistas clásicos, figuran otros retratos de artistas contemporáneos en los que Scheroff incluye a los fotógrafos J. Francisco Casas y Germán Gómez. "Todos los artistas que represento es porque me unía algún vínculo con ellos", declaró el pintor. Caben a destacar unos retratos más intimistas, de personas cercanas a el. "Especialmente mi padre, al que le debo gran parte de la exposición. Siempre está conmigo dándome si apoyo", confesó Scheroff.

A la hora de escoger los retratos de los artistas, Scheroff tuvo en cuenta el paso de los siglos. Muchos pintores, al ser clásicos, no tenían fotografías, aunque se sirvió de autorretratos como en el caso del mítico Van Gogh. "Con él emplee una especie de híbrido. Me basé en un autorretrato suyo, pero luego le añadí otros elementos más figurativos, quedando como resultado final una mezcla de varios". En el caso de personalidades de nuestro siglo, optó porseleccionar fotografías suyas.

Aunque esta sea la primera exposición en solitario para Scheroff, el joven lleva años sumergido en el mundo de la pintura. El estudiante jienense de Bellas Artes fue ganador del último certamen Joven Artes Plásticas de Granada, por su retrato de otro pintor clásico, Francis Bacon.