Arte

La pintura triunfante

  • El accitanto Emilio Parrilla deja a un lado la escultura y nos presenta en ‘Faciebat’ una serie de quince pinturas que plantea, sin reveses, lo mejor de la abstracción

Obra de Emilio Parrilla.

Obra de Emilio Parrilla. / R.G.

Emilio Parrilla es un artista nacido de Guadix, ciudad que está muy presente en su contundente obra. Su trabajo ha formado parte de los mejores planteamientos de la escultura, esa expresión artística que cada día tiene menos presencia en el panorama creativo. Escultor de mucha solvencia y entidad y conocedor de los postulados de un arte que él, habitualmente, sabe posicionar desde un formalismo poderoso y una dimensión plástica que suscribe una realidad escultórica de criterio y verdad. Sin embargo, la exposición en la sevillana Galería La Caja China, especial espacio expositivo dirigido por el gran pintor Pepe Barragán, deja a un lado la escultura y nos presenta una serie de quince pinturas que plantea, sin reveses, lo mejor de la abstracción.

Nos introduce en los necesarios complejos creativos de la gran pintura de siempre

La muestra nos introduce en los necesarios complejos creativos de la gran pintura de siempre, esa que, en momentos pictóricamente tan rácanos como los que nos contemplan, se hace tan difícil de encontrar. Estamos ante una pintura conscientemente estructurada porque ha sido concebida con la mentalidad del que está acostumbrado a la manipulación de los elementos y a la distribución de los mismos en un entorno muy bien definido. En sus obras la pintura establece un felicísimo diálogo con otros materiales que redundan en una sabia contundencia plástica y hace infinitamente más expresiva la realidad física representada.

Emilio Parrilla plantea un escenario de campos de color muy bien estructurados, parcelado mediante gamas que interactúan o sutilmente acotados por elementos extrapictóricos. En sus obras, lo abstracto dispone, sin fisuras, su estamento cromático; éste no se adentra por un excesivo expresionismo colorista; sino que las gamas están interpuestas sobriamente, perfectamente contrastadas, sin exuberancias y, solamente una pieza –Madriguera–acentúa el poder colorista y se dispone en una mayor intensidad de color. Es, asimismo, el conjunto de la obra de Emilio Parrilla un bello sistema evocador, con un claro ejercicio referencial.

La tendencia expresionista que sobresale en el conjunto de la muestra nos decanta, sin embargo, hacia gestos de gran contención formal pero poderosas manifestaciones sugeridoras. Muchas de las obras de Emilio Parrilla esconden bellos relatos; historias íntimas que reflejan episodios de vidaLa plaza dentro del árbol, ¡Eran las cinco en sombra de la tarde!– o recuerdan su Guadix natal –Angosturas–. Otras, en cambio, ponen de manifiesto el poder estructural de la materia –Tú también estás lejos–, donde la referencia escultórica está exquisitamente planteada.

La exposición en la galería del sevillano barrio del Arenal nos vuelve a situar en los bellos espacios pictóricos de la gran pintura abstracta, esa fiesta de la pintura que, ahora, tanto se echa de menos. Emilio Parrilla nos ofrece bellos gestos de color, sutiles manifestaciones de íntimos retazos; momentos entrañables que hacen recordar; paisajes presentidos que transportan a estancias recordadas.

Emilio Parrilla pertenece a esa generación de artistas que estaban en posesión de una verdad creativa sin estrecheces, que sabían perfectamente lo que hacían y lo que querían y que manifestaban la auténtica pasión del arte por el arte. El artista de Guadix nos adentra, en esta ocasión, por los entresijos de la gran pintura abstracta, esa que deja abiertas las compuertas de la mayor emoción y que nos hace confiar en la pintura de máximos, la que convence y pellizca el alma.

Faciebat –así es el título de la muestra– nos plantea una lección de pintura no concreta, esa que reduce lo inmediato para encontrase con la sugerencia de lo mediato. Una realidad creativa que sólo cautiva cuando encierra los planteamientos de un artista serio y verdadero. Emilio Parrilla forma parte de ello, por obra triunfante.

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