literatura

Un poemario contra la ley de la gravedad

  • El autor Paco Ramos extrae una preciosa lección vital en su nuevo libro, 'Breves apuntes sobre el arte de mantener el equilibrio', inspirada en la proeza del funambolista francés Philippe Petit en 1949

Paco Ramos Torrejón (Cádiz, 1981) se dio conocer con un poemario contundente, El aprendizaje del miedo (2016), un libro de urgencia, escrito al calor de un duelo íntimo, en el cual el autor se debatía entre dos ideas en apariencia contrarias: vivir no es fácil, se decía, pero vivir es imperativo, nos decía. La función práctica y catártica de aquella obra era evidente; en un momento de zozobra, Ramos no utilizaba la poesía para huir del mundo, sino para estar en el mundo.

En El aprendizaje del miedo, los versos eran anclas que le permitían no ser arrastrado mar adentro. En cambio, en su segundo poemario, Breves apuntes sobre el arte de mantener el equilibrio (Huerga & Fierro, 2018), los versos devienen cables de acero tendidos entre dos precipicios, dos edificios, dos Torres Gemelas personales e intransferibles. Este último no es un símil caprichoso: el poeta extrae una preciosa lección vital de la proeza llevada a cabo por el francés Philippe Petit en agosto de 1974, mencionado expresamente en sus poemas.

Breves apuntes sobre el arte de mantener el equilibrio está dividido en tres partes, divididas a su vez en distintos capítulos, una estructura narrativa audaz, nada casual. El poeta nos está contando una historia, la de su vida, la de la vida. Todo empieza lógicamente con la pérdida de pie y la caída; las causas de este tropiezo pueden ser diversas; pensemos en una traicionera ráfaga de viento o un resbalón, pensemos en un empujón o un titubeo. El poeta cae y, por un momento, la poesía ejerce de red que evita que se estrelle contra el asfalto. La poesía es también telaraña: "La red no salva, / la red enreda / y atrapa", escribe. En esta situación, el poeta recurre al mito y evoca otras caídas igualmente metafóricas; la de Narciso al asomarse al espejo engañoso del agua; o la de Odiseo, a quien Paco Ramos imagina un final alternativo al descrito por Homero, "sin Ítacas ni esperanzas". Otros antes han caído. Y hete aquí, el poeta se mira en un espejo cercano, el de Philippe Petit. En 1974, Petit cruzó hasta en ocho ocasiones de una torre a otra del World Trade Center, a una altura de cuatrocientos metros, desafiando la ley de la gravedad y las leyes de la ciudad de Nueva York. Otros antes han desafiado el vértigo.

Mientras reúne fuerzas, desde la red -éste es el título de la segunda parte del libro-, el poeta evoca un amor reciente, de verano quizás, responsable tal vez de la distracción que le hizo precipitarse. Como otros educados en la negación del cuerpo, Ramos Torrejón se rebela contra ésta a través de la celebración del mismo. El poeta juega en desventaja, pero con tesón: "No me enseñaron, / los padres carmelitas, / la geografía de lo carnal, / el lado turbio / de todos los paisajes, / ni la turgencia extrema / que renace entre los muslos / de una mujer que espera", confiesa. Breves apuntes sobre el arte de mantener el equilibrio es un libro asimismo urgente, a su manera. En la tercera parte, ya repuesto, el poeta asienta los pies en la red, como antes los asentó en el alambre, e inicia el ascenso.

Ramos Torrejón evoca, esta vez, el mito de Sísifo: hay que empezar de nuevo. Con entereza. Arriba, el poeta se encuentra otra vez al principio, con un abismo por delante. El lector, por el contrario, se encuentra del otro lado; el poeta lo ha ayudado con su ejemplo a atravesar el vacío. Debemos ser agradecidos y esperarlo. Debemos tenderle la mano y tirar con fuerza para atraerlo junto a nosotros. Leer este libro es una manera de hacerlo.

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