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"La poesía es como un arma del tiempo, tarda mucho en ser digerida"

Eduardo Lizalde proviene de una familia ilustre de México y su abuelo fue un renombrado general que descansa en el panteón de hombres ilustres. Cuando el jurado se puso de acuerdo en distinguirle con el Premio Lorca eran las cuatro de la madrugada en México, por lo que optaron por mandarle un e-mail para comunicarle el galardón. Pero al poco ya estaba pegado al teléfono respondiendo a los periodistas. "Me entusiasma volver a Granada para recibir el premio, que creo que se entrega justo después del Festival de Poesía", comienza para demostrar que conoce el terreno que pisa. "Hace 15 años que no he estado en Granada y tengo muchas ganas de regresar", continúa el poeta mexicano con una voz rotunda y un acento mexicano muy matizado.

-¿Qué significa para usted recibir un premio que lleva el nombre de Federico García Lorca?

-Lorca me ha marcado desde la infancia con su obra genial, extraordinaria y extensísima. Todo el mundo hispanoamericano admira a Lorca. Estuve en la Residencia de Estudiantes hace 10 años dando un curso sobre Lorca, tengo toda su obra, me he ocupado de él muchas veces y soy un gran admirador de la genial Generación del 27, que marcó a todos los poetas de lengua española.

-¿Qué relación mantuvo con los españoles exiliados en México tras la Guerra Civil?

-Muchísimos grandes poetas exiliados fueron amigos míos, Altolaguirre, Emilio Prados, Cernuda estuvo en la misma facultad en la que cursé mis estudios de Literatura... En México hemos alojado a un gran número de poetas, a otros los he conocido en España, caso de Alberti, al que conocí en Madrid cuando él tenía noventa años. También soy muy amigo de poetas españoles más jóvenes que yo, como Luis García Montero, junto a quien recibí un premio, o Luis Antonio de Villena.

-Luis Antonio de Villena publicó una 'Biografía del fracaso' tomando como ejemplo un libro anterior suyo, 'Autobiografía del fracaso'.

-Sí, es una memoria de mis libros frustrados o elementales de mi primera juventud. No eran mis libros más afortunados.

-Los poetas no suelen ser tan críticos con su obra, no suelen escribir libros para flagelarse...

-Un poeta nunca sabe lo que está escribiendo hasta que sus interlocutores, sus críticos y sus cronistas se lo dicen. Si no hubiera lectores los poemas se quedarían olvidados en nuestros cajones. No me puedo quejar, la crítica ha sido muy generosa, tanto española como latinoamericana,

-Es el tercer poeta mexicano en recibir el Lorca tras José Emilio Pacheco y Tomás Segovia. ¿Está España pagando su deuda moral con México?

-Yo también tengo una gran deuda con España desde hace años, desde la infancia. Conozco toda la poesía española de todos los siglos, he dado clases en la universidad y en otras instituciones....

-Le conocen como el poeta del tigre. ¿Le persigue este animal o se ha acostumbrado a su compañía?

-Fue mi libro más celebrado, publicado hace más de 40 años. Después he publicado más textos sobre tigres que no sólo son mi obsesión, están presentes en la historia de la literatura y la ensayística. El tigre es un símbolo como otros y está en todos los textos de la historia, desde la Biblia. La poesía es infinita y siempre encuentra vetas sobre un tema que no se han tocado, como pasa con el pintor o con el músico.

-¿Le molesta que le califiquen como un autor excéntrico?

-Es tan rica la poesía, tanto mexicana como chilena, argentina, venezolana, madrileña o granadina que es difícil encontrar nuevos caminos, y la primera lucha del poeta debe ser no imitar a los libros que ha admirado y leído desde siempre. Siempre estamos intentando ser excéntricos para publicar libros que sean celebrados. Es verdad que mi obra es menos accesible al gran público y más abstracta. Sucede un fenómeno muy curioso. Los extraordinarios y grandes poetas de una época determinada son leídos tarde. La obra de Lorca no, porque siempre fue una estrella extraordinariamente afortunada, desde la juventud, y fue una gran celebridad, como otros en España, como Rafael Alberti. Muy tarde se entendió, por ejemplo, qué cosa era la poesía de Cernuda, uno de los grandes poetas de su generación. La poesía es como una bomba de tiempo, tarda mucho en ser digerida.

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