Andrés Neuman. Escritor

"La pornografía enlaza con la poesía romántica"

  • El autor granadino presenta 'Barbarismos', una revisión desenfadada del diccionario de la RAE.

Andrés Neuman nació en Buenos Aires pero si se le define como escritor granadino no llama a la redacción solicitando una fe de erratas. Ha publicado novela, poesía y un libro de aforismos, pero ahora se desmarca con Barbarismos (Páginas de Espuma), un glosario en el que consigue que las estáticas definiciones de la RAE consigan volar.

-¿El diccionario de la RAE, pese a su aparente neutralidad, tiene una carga ideológica?

-Cumple una función académica, aunque no anda sobrado de sentido del humor ni de autocrítica. El diccionario académico, del que me considero lector fanático porque no hay día que no lo consulte, tiene una ideología encubierta aunque se propone como un diccionario neutral y descriptivo. Un ejemplo que delata que sí hay unos valores morales implícitos es que se han dado mucha prisa en incorporar el léxico de las nuevas tecnologías, mientras que han tardado un siglo en revisar la acepción de huérfano como alguien "que ha perdido especialmente al padre", una acepción que proviene de los tiempos en los que sólo podía llevar dinero a casa el padre. Más que una misoginia abstracta esto habla de un modelo económico familiar de hace años, con lo que uno se pregunta qué valores llevan a la academia a tardar décadas en revisar esta acepción y, en cambio, incorpora la palabra tuiten seis meses. Estos barbarismos son un homenaje y sátira a estas contradicciones de los diccionarios.

-Hay acepciones que rozan lo racista, como la de gitano, alguien "que estafa u obra con engaño". ¿Deberían depurarse estas entradas?

-Como filólogo, y lo digo riéndome ante el espejo, se dice que el lenguaje es sexista y racista porque es un reflejo de la sociedad. Claro, el problema es que haya acepciones en el diccionario que reproducen estereotipos que caducaron hace cien años, con lo que uno se pregunta si estamos ante un diccionario del presente o un diccionario histórico. Barbarismos es una cara b del diccionario en el que la ideología y lo social emergen en las definiciones, pero siempre con mucho sentido del humor.

-Leyendo 'Barbarismos' no se gana el 'Pasapalabra'...

-Te eliminarían a la primera, pero te echarías unas risas.

-Tirando de actualidad, define monarquía como "un sistema que garantiza la igualdad entre todos sus vasallos".

-Es esa idea tan española de que el garante de la democracia es una institución tan antidemocrática como la monarquía. Estos días estoy viendo un malentendido que me asombra; en primer lugar, faltaría más que no hablase inglés después de haber estudiado en Washington con el dinero de todos los españoles; pero es que el Príncipe Felipe reinaría aunque no estuviese preparado, que no nos cuelen un error conceptual. Felipe parece ser un hombre serio, responsable y que habla idiomas, pero aunque fuera lo contrario también sería rey, con lo que tenemos que cuestionarnos los mecanismos por los que va a ser rey, por cojones. El otro día me pidieron que hiciera un barbarismo de abdicar y contesté que es "un infinitivo que llega tarde", porque la institución ya está dañada. Un barbarismo de Borbón sería "superviviente que tarde o temprano sale por patas". Existe esa leyenda de que España es un país muy monárquico, pero no ha habido más de dos reyes seguidos sin una revuelta, una república, una guerra, una crisis... La monarquía no encarna la estabilidad, ha sido un sistema muy interrumpido y con muchas crisis. En el libro defino democracia como "ruina griega".

-Dice que la derecha es una "coalición de costumbre, miedo y clase que tiende a ganar las elecciones". Por contra, la izquierda es una "ideología política que parece irreconocible hasta que gobierna la derecha".

-El sentido crítico con tono de sermón no sirve para nada. En el libro salen escritores, poetas, argentinos, españoles o futboleros, todo aquello que soy. Por ejemplo, novelista es alguien "capaz de recrear todos los sentimientos humanos, pero incapaz de tolerar ninguno de ellos". Hablo de cuando un autor parece muy sensible, pero luego se comporta como un hijo de puta.

-¿Conocer a un autor es el primer paso para aborrecer su obra?

-Yo lo desaconsejo.

-Usted también es un solicitado presentador de autores en citas literarias. Define esta figura como "un individuo encargado de impedir que el conferenciante intervenga".

-En la última Feria del Libro de Granada he impedido hablar a muchos autores, concretamente cuatro.

-Además de palabras pegadas a la actualidad, incluye nuevas definiciones de los grandes temas de la vida y la poesía, como el amor, la belleza...

-Amor es la "afortunada sugestión mediante la cual uno cree firmemente que el otro es mejor persona". Soy un hombre encanecido y me gusta mucho esta definición de viejo: "joven tomado por sorpresa". Hay otras que son más sentimentales, el corazón es un "músculo peculiar que en vez de levantar peso lo acumula"; o noviazgo, "periodo durante el cual los enamorados hacen todo lo posible por no conocerse". También hay otras muy tristes escritas desde el respeto, como viudedad, "matrimonio contraído entre una persona y un recuerdo". Barbarismos tiene entradas muy divertidas y otras muy trágicas.

-Matrimonio lo define como "el primer trámite del divorcio".

-Incluyo una segunda acepción de cuando se debatía si el matrimonio homosexual tenía que llamarse matrimonio y se utilizó el diccionario de la Real Academia de manera absurda como prueba de que no se debía llamar así. Como filólogo, he comparado las acepciones de algunas palabras a lo largo de los siglos y cambian radicalmente.

-¿El diccionario, como la constitución para algunos, es algo a lo que muchos son alérgicos a tocar?

-Claro, parece que es algo que no se puede reescribir hasta que llegan las fuerzas conservadoras y modifican la constitución según sus intereses. Por eso, la segunda acepción de matrimonio es "unión aberrante entre dos individuos de cualquier sexo". Es un libro que lo mismo se nutre de una tradición léxica antiquísima como de temas de actualidad.

-Usted, que ha estado vinculado a la universidad, define cátedra como "cripta en activo". ¿Le ha retirado el saludo algún amigo?

-Defino universidad como "necrópolis con cafetería". No olvidemos que pertenecía a la universidad, con lo que ironizar con ella es reírme de mi pasado. Es más, hay dos barbarismos que son una declaración de principios del libro. Uno de humor, "facultad de parodiar las propias convicciones, o sea, de pensar". Otra es sinónimo, "matiz fatal", porque no hay dos palabras que digan lo mismo. El libro es un ejercicio de matiz permanente.

-La eyaculación "es el preámbulo de la disculpa". Todas sus definiciones sobre el sexo tienen un matiz bien alejado del macho ibérico, un amante que está mejor dotado que nadie y que es insaciable...

-El patriarcado también tiene que ver con el diccionario y con lo académico. Me parecía divertido desmitificar esa cosa viril del lenguaje.

-Por eso define pene como "modesto apéndice que provoca toda clase de vanidades".

-Es que ese falocentrismo coloquial tiene mucha presencia en el lenguaje. Hay una definición de pornografía que tiene mucho que ver con mi generación: "modalidad ansiosa de autoconocimiento". El porno ya ha educado a varias generaciones en los últimos 30 años. La segunda definición es "deseo trágico de ver algo siempre ligeramente distinto de lo que estamos viendo". El porno, como lógica, te induce a pensar que cualquier fantasía es realizable y eso es falso porque todo deseo es indescriptible, el deseo nunca se deja atrapar por una imagen y en eso conecta con la poesía romántica. Por mucho porno que se produzca, siempre consistirá en la frustración de que no es exactamente lo que estamos buscando.

-Desmitifica géneros fílmicos como el western, "en el que dos valientes se disparan para no besarse".

-Tiene algo que ver con Brokeback Mountain, el western que puso sobre la mesa la sobreactuación de la masculinidad y a qué obedece que alguien esté empeñado en que todo el mundo vea que es muy macho, porque alguien heterosexual no tienes que estar todo el día demostrándolo.

-¿Igual que cuando un político saca pecho continuamente diciendo que es un demócrata?

-Cuando un político dice que es un demócrata es posible que tenga un pasado franquista, y si habla de la patria es que acaba de traicionarla.

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