Will Smith y Tom Cruise ya han sufrido la ignominia de la taquilla este verano en EEUU. ¿Será Johnny Depp la próxima superestrella en darse de bruces? El quijotesco actor regresa a la gran pantalla este fin de semana al otro lado del charco con un Llanero solitario en el que vuelve a unir fuerzas con el director de Piratas del Caribe, Gore Verbinski. Aunque este dúo ha creado una serie de blockbusters con sus aventuras en alta mar, las expectativas depositadas en el espectacular western son algo menos convincentes a pesar del abultado presupuesto, estimado en 250 millones de dólares.

El filme llega en pleno verano, que este año lleva de cabeza a la crítica por una serie de grandes producciones que se han estrellado en la taquilla. Y El llanero solitario podría seguir la misma deriva de los declarados perdedores: Oblivion con Tom Cruise, After Earth con Will Smit, o incluso el thriller de acción White House Down, que aspiraba a cierto éxito con Channing Tatum y Jamie Foxx en el cartel y Roland Emmerich en la dirección (y que llegará a España en septiembre con el título Asalto al poder). Además, el estreno esta última cinta se programó para coincidiera con el fervor patriótico que siempre se respira en torno al 4 de julio, pero en lugar de erigirse como reina en la taquilla, tan sólo consiguió 25 millones de dólares en su primer fin de semana, quedando por delante Monsters University, World War Z y The Heat, una película de dos mujeres policía con Sandra Bullock.

Y todavía fue peor la suerte que sufrió Smith, la estrella por excelencia de los éxitos de taquilla veraniegos, cuyo ambicioso proyecto After Earth costó más de 130 millones de dólares y desde que se estrenó en mayo apenas ha sumado 60 millones. La taquilla de Oblivion, de Cruise, no fue tan desastrosa al ingresar 89 millones de dólares, pero sigue siendo otra película de Cruise que no logra superar la barrera del blockbuster de 100 millones de dólares.

Todo ello sirve para recordar la cita más célebre sobre arte y ciencia a la hora de hacer cine del guionista y director William Goldman: "En Hollywood nadie sabe nada".

Y a pesar de estos casos de mala suerte, 2013 se perfila como un verano récord en taquilla: en junio vendieron 1.250 millones de dólares en entradas de cine en Estados Unidos, un 18% más que el año pasado, mientras los grandes estudios están dándolo todo en los mercados internacionales. After Earth ha ganado más de 50 millones de dólares fuera de sus fronteras, especialmente en Europa. Algo de consuelo queda.