Con el nombre de Reggaeparte 2015 el colectivo Barbass Sound celebra esta noche un festival dedicado al rap, el reggae y el dancehall, estilos que a fuerza de ser ignorados por los medios se han convertido en la verdadera escena underground de la música. Desde las diez de la noche se sucederán las actuaciones de Sr. Wilson, Tosko, Blahdek, Clasiko, Elemento Clab, La Marca, los dj's de Unity Sound y Barbass Sound, además de Granada Dancehall Movement y un sicalíptico espectáculo de Dancehall Queens.

Que ninguno de estos nombres goce de popularidad y solo sean familiares para unos pocos no impide el éxito de este tipo de fiestas y demuestra hacia donde se ha desplazado el movimiento subterráneo, imperceptible para los radares de las tendencias que en otros tiempos protagonizaban el rock o el techno. En la sala El Tren es donde tienen estos géneros su refugio y mañana sábado acogerá otra de las propuestas más subversivas de las que propone el movimiento hip hop en España, la del grupo valenciano Los Chikos del Maíz, que presentan su nuevo álbum, La Estanquera de Saigón (BOA Records, 2014). Con nombres ocurrentes que siempre hacen referencia a clichés de la cultura popular o con connotaciones intelectuales (Pasión de Talibanes, El de en Medio de los Run DMC, Tú al Gulag y Yo a California, Revisionismo o Barbarie, No Gods, No Masters, No Hipsters o No Somos Indies con Flequillo (Pero También Tenemos Derecho a Sonar en Radio 3), el trío se posiciona políticamente sin pelos en la lengua y toma partido desde el minuto uno.

Su biografía comienza diciendo que el rap comprometido, el rap incorrecto, el rap político en español tiene un nombre: Los Chikos del Maíz. De modo que no se esconden y ponen las cartas boca arriba declarándose abiertamente rojos, citando a Adorno en sus entrevistas, admitiendo la actitud machista de sus inicios y su voluntad de incorporar una visión feminista y crítica a su discurso o publicando libros como "¡Abajo el Régimen!, en el que Nego, uno de sus dos rappers, dialoga con Pablo Iglesias. Precisamente Iglesias, que dirigió uno de sus vídeoclips antes de convertirse en un personaje popular, junto con otros nombre de la izquierda como el de Íñigo Errejón, Tania Sánchez o Alberto Garzón han aportado textos a su último disco.

Aunque el radicalismo y las licencias artísticas de los Chikos del Maíz hayan provocado cierto distanciamiento de los miembros de Podemos, que ya no twittean los enlaces a sus vídeos. Una muestra de su radicalismo y su actitud inequívocamente subversiva.