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El sempiterno vestigio de Lorca

  • Más de 500 personas se congregan en Alfacar para rendirle tributo al universal poeta

  • El acto se cerró con un concierto de la soprano Mariola Cantarero

¡Si muero, dejad el balcón abierto! Así clamaba Federico García Lorca ante su fallecimiento, una especie de lamento, casi un quejío, en forma de verso con el que miraba de frente a su destino. Lo que el poeta no podía ni imaginar era que su final se precipitase recién empezada la Guerra Civil. Ni tampoco que medio millar de personas se reunirían ayer en el paraje donde pereció para rendirle un sentido y jondo homenaje en la víspera de su asesinato.

Ayer por la tarde, en Alfacar, unas nubes negras parecían anunciar una tormenta de verano y una brisa mecía las copas de los pinos en el parque erigido en honor al poeta y donde se celebró el sentido homenaje a Lorca y a las víctimas de la Guerra Civil, organizado por la Diputación de Granada.

El legado del poeta ya descansa en el Centro Lorca y se realizará una nueva búsquedaEn Víznar hoy habrá otro acto encabezado por Curro Albaicín con cante y baile

La jornada conmemorativa se inició al caer la tarde, y tal y como manda la tradición, se realizó la ofrenda floral en el monolito al lado del olivo de recinto. Este año se cumple el 82 aniversario del asesinato del poeta a manos del bando sublevado, pero tiene un carácter especial, distinto al de actos anteriores debido a varias circunstancias. Por un lado, el legado del escritor ya descansa en su casa de la Romanilla. Y por otro, porque a principios de verano se anunció que se iniciaría una nueva búsqueda de los restos del autor de Yerma debajo de la fuente donde ayer después de la ofrenda floral, la soprano Mariola Cantarero, interpretó las canciones que Lorca recopiló y grabó en vida junto a La Argentinita.

Además de lo anteriormente apuntado, este año el homenaje se hace después de que el Ayuntamiento declará 2018 Año Lorca con motivo del 120 aniversario del nacimiento del poeta y del centenario de la publicación de su primera obra, Impresiones y paisajes.

La alcaldesa de Alfacar y diputada de Cultura y Memoria Histórica y Democrática, Fátima Gómez, inauguró el acto señanado que este homenaje que le dedican a Federico tiene que ser "un símbolo para todas aquellas víctimas que son anónimas y que conocemos gracias a sus familiares". Gómez reconoció que no deja de ponerle el vello de punta "oír cientos de historias y otras tantas que no conocemos, se lo debemos". La alcaldesa de Alfacar señaló que es "un deber de justicia y reparación el que estemos acordándonos de cientos de víctimas aunque sea a través del poeta".

Tras la intervención de la diputada de Cultura y Memoria Histórica y Democrática, Susana Rodríguez, en nombre de las víctimas, defendió el acto como una "resistencia moral contra el olvido". Su tío abuelo, Daniel Rodríguez Lafuente, fue fusilado el 17 de agosto de 1936 en la tapia del cementerio de Granada por su pertenencia a la UGT como oficial de Correos, explicó la portavoz, que reconoció con emoción que se casó muy poco antes de ser asesinado para que su pareja pudiera tener una pensión de viudedad. "Fue detenido y pensando que delataría a sus compañeras le dejaron casarse con su novia, con la que tenía un bebé", desveló Rodríguez, que contó que ha ido investigando y descubriendo los sucedido "porque el dolor de la familia provoca un silencio terrible".

Además de las 500 de personas de todas las edades que se congregaron para rendir homenaje al poeta, acudió al acto el presidente del la Diputación, José Entrena, que dedicó sus primeras palabras a las familias de las víctimas de la represión, "a las que quiero mostrar, en nombre de la institución, nuestra admiración y respeto, porque este acto pretende también servir de soporte a las reclamaciones del movimiento memorialístico, que sigue trabajando para que ahora sí se cumpla la Ley de Memoria Histórica, para estar del lado de la justicia, de la verdad y de la dignidad".

El presidente de la institución destacó en su intervención que "ahora nos puede parecer imposible, pero hubo un tiempo en que Federico era una celebridad en casi todo el mundo y un desconocido en su propia tierra, y hubo quienes vinieron a Granada tras la huella del poeta que les había fascinado y descubrieron desconcertados que la gente no sabía o no quería saber quién era ese genio por el que preguntaban, porque nada en Granada recordaba a Federico".

A las palabras de Entrena con el último fulgor del día le siguió el concierto de la soprano Mariola Cantarero. La cantante, con su aterciopelada voz, inundó de armonía lírica por primera vez el paraje que hace más de 80 años fue testigo del crimen, algo que ya se encargó de señalar en unos versos el que ahora reside en Colliure (Francia), otro de los grandes poetas españoles del siglo XX, Antonio Machado.

Acompañada de la pianista Mercedes Enciso, Cantarero conmovió a los asistentes con una serie de canciones que pertenecen al acervo popular español y que Federico García Lorca interpretó al piano y grabó en cinco discos de pizarra junto a La Argentinita. Una versión de Anda Jaleo inauguró el recital donde se pudo escuchar también la Nana de Sevilla, El zorongo y Las morillas de Jaén, además de otras piezas menos conocidas como Los reyes de la baraja.

"Estoy my contenta de estar en un lugar tan mágico y bonito. Ha sido un reto interpretar estas canciones", reconoció la artista granadina mientras se despedía de su público, visiblemente emocionado. Adiós Granada puso punto y final a una actuación que acabó con los asistentes en pie.

A pesar de su querencia por la poesía barroca de Góngora, Lorca puede considerarse un 'hombre del Renacimiento' por su versatilidad artística, ya que no sólo escribía si no que dibujaba y tocaba el piano. Es poco conocida su faceta musical, pero el poeta era un gran conocedor del folclore español, fiel testigo de ello son las canciones del imaginario popular que recogió, armonizó y supo plasmar en una partitura.

Al acto también asistieron el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla Martos; la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro; la alcaldesa en funciones y concejala de Presidencia de Granada, Ana Muñoz; el director del Patronato de la Alhambra y el Generalife, Reynaldo Fernández; el delegado de Fomento, José Antonio Martín; y miembros de asociaciones memorialísticas, entres otras personalidades.

Poco a poco la gente se fue despidiendo de Federico García Lorca, cada uno a su manera, algunos pensando y deseando que algún día se le conceda el premio Nobel de Literatura a título póstumo como un puñado de intelectuales y asociaciones memorialistas han reclamado.

Poco a poco, las sillas dispuestas para el homenaje en la plaza central del parque se fueron quedando vacías, y el silencio volvió a apoderarse del lugar, sólo interrumpido por el sonido de la leve y fresca brisa que se llevará el olor de las flores depositadas en el monolito donde reza la inscripción "a la memoria de Lorca y de todas las víctimas de la Guerra Civil". Ayer por la noche la luna no bajó a la fragua con su polisón de nardos porque no se dejó ver entre las nubes que tapaban el cielo en un homenaje, que se cerró antes de las 23:00 horas, y que recordó la figura del poeta granadino en una jornada de ensueño que fue sobre el tiempo flotando como un velero.

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