tribuna de opinión

La sensatez de un buen premio

  • Otro certamen importante de pintura, el del Club de Arte Paul Ricard, ha contado entre sus finalistas con varios artistas andaluces que ofertan una pintura de muy solvente manifestación

Otra oportunidad más para ver la espléndida situación del arte que se hace en Andalucía. Otro Certamen importante de pintura, el del Club de Arte Paul Ricard, que llega a su décimo cuarta edición, ha contado entre sus finalistas a varios artistas andaluces que ofertan una pintura de muy solvente manifestación.

Aunque considero que este certamen no goza de un desenlace expositivo demasiado acertado; con una exposición en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, vacía absolutamente de todas cuantas argumentaciones debe poseer un espacio expositivo; el Premio, no obstante, nos hace participar de un unos buenos postulados pictóricos; además, como decía, de patentizar el buen momento de nuestra creación pictórica.

El jurado consideró once finalistas que dejan entrever los amplísimos postulados de la pinturaEl granadino Pedro Cuadra ha sido el primer finalista con la interesantísima S/T

El Jurado, amplio, de muy dispar intencionalidad artística y, a juzgar por el desenlace del mismo, con bastante buen criterio y con sabios argumentos de lo que es la pintura contemporánea, consideró, de entre la obras presentadas, once finalistas que dejen entrever los amplísimos postulados de una pintura que abarca extensos espacios de una expresión que sigue manteniendo toda su intensidad creativa. Estas finalistas son: Yayoi de Cristina María Caleza Jiménez, Roce indeleble de Juan Flacón García, Los días son colores 05 de Marta Aguirre González, Adán y Eva de Francisco José Carrasco Buenavida, S/T de Pedro Cuadra, CSH8 13 de Norberto Gil, Paisaje interior de Antonio Barahona Rosales, Michel, Pérez, Pollo de Francisco Ramírez Gómez, Ausencia de Jaume Pérez Cremades, Infierno enmendado de Pedro Hernández, Algunas veces camino por el cielo de María del Pilar Martínez Carnicer.

EL granadino Pedro Cuadra, Primer Finalista y Mención Especial del Jurado

Solamente contemplando la relación de artistas, el mínimamente aficionado, se da cuenta de la nómina de muy buenos artistas que optaban al importante Premio. Artistas que conforman un grupo con mucho acierto en la pintura que se hace en España y que están, sin duda alguna, en una realidad que ya no supone expectación, sino que son partícipes de un claro estamento de seguridad en esta difícil carrera del arte actual.

No era, por tanto, fácil la decisión de otorgar un premio ante la calidad de estas obras. La decisión del jurado es soberana y no hay discusión alguna. Quizás el desenlace final podría haber sido otro -o mejor dicho, otros muchos-. La obra ganadora ha sido Paisaje interior del sevillano Antonio Barahona, con un muy bien estructurado conjunto de formas inconexas en un espacio bien distribuido; la considerada como Primer Finalista, la interesantísima S/T del granadino Pedro Cuadra, una obra importante donde se descubre una realidad a contracorriente, con personajes que pueblan escenas de connotaciones distópicas; siendo Yayoi de Cristina María Caleza, el Segundo Accésit, una imagen enigmática muy bien constituida formalmente. Este que esto escribe, considera, también, de mucho interés las obras de Norberto Gil, Juan Flacón, Francisco José Carrasco Buenavida o la presentada por María Pilar Martínez Carnicer.

Estamos, pues, ante un Premio de manifiesta significación; un Certamen necesario en esta profesión de pocas oportunidades. Quizás, el Premio del Club Paul Ricard debería transitar por espacios de mayor entidad expositiva. Lo demás, irreprochable. Con él, la pintura asume su indiscutible calidad y buena fortuna.

Arriba, la obra granadora, 'Paisaje intererior', de Antonio Barahona. A la izquierda la del granadino Pedro Cuadra.

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