Lleva siete meses de promoción de su novela Una madre (Siruela) que hoy presenta en Granada (Librería Picasso, 19:30 horas) y a estas alturas, a punto de estrenar la cuarta edición, dice sentirse "encantado" con todo este ajetreo, aunque un poco "sobrepasado", porque pensaba que con el tiempo el interés por su trabajo "iba a parar un poco" pero no ha sido así.

Alejandro Palomares (Barcelona, 1967) afirma que jamás se planteó que tenía que escribir una novela para que funcionara, sino que escribió "la novela que me gusta", por eso piensa que el éxito que ha supuesto desde su publicación "pasa porque no lo buscas, porque si no, no sale".

En su opinión, en esta novela, que narra los cambios de una familia durante una Nochevieja, en la que la protagonista es Amalia, una mujer imprevisible que se propone devolver a sus hijos las ilusiones perdidas, "no hay nada especial que no haya en las otras", pero en todo caso, lo único diferente es el sentido del humor. "No lo trabajaba porque tenía miedo que no me entendieran", porque al reflejar el sentido del humor en un libro "sabes que no puedes estar ahí para explicarlo" porque no hay matices ni entonación de la voz y además, "mi sentido del humor es arriesgado porque es políticamente no muy correcto", sentencia.

Pero en la novela ese "sentido de comedia" ha funcionado bien porque Amalia "tiene una candidez y una inocencia que hace que se le perdone todo, se ríe de sí misma, de los demás, pero de una forma que no molesta a nadie". Además, entre los personajes hay una complicidad que facilita ese disfrute de la risa, porque "el sentido del humor vincula mucho".

Además de continuar con la promoción de la novela, Palomares está trabajando en su adaptación al teatro, porque cuando la escribió ya lo hizo pensando en su puesta en escena, algo para lo que ya hay un "interés oficial". Al mismo tiempo está en fase de preproducción de la adaptación teatral de una parte de El tiempo que nos une y está promocionando un poemario que acaba de publicar. Todo esto, aunque agotador, lo vive "como un regalo" porque todo es "una aventura estupenda".