Ciencia hoy

¿Qué será del sol mañana?

  • El IAA inaugura un congreso donde se presentará el proyecto del Telescopio Solar Europeo, cuyo objetivo será tratar de descubrir el origen de los fenómenos violentos en el sol

"Sin campo magnético el sol sería tan aburrido como la mayoría de la gente cree que es". Pero resulta que el sol, esa enorme caldera de gas en ebullición, es todo menos una estrella mediocre. En su atmósfera tienen lugar espectaculares fenómenos: tormentas y danzas de manchas solares que suponen aún un enigma para la ciencia. "Sabemos a grandes rasgos cómo funciona el sol. Cuál es su vida. Cómo nació y cómo terminará. Sabemos qué tipo de reacciones nucleares se producen en su interior... pero ignoramos los detalles". Para Luis Bellot, científico del Instituto de Astrofísica de Andalucía, su estudio proporciona un laboratorio único en el cosmos.

La III Reunión Española de Física Solar y Heliosférica reúne en Granada a más de 50 expertos que debatirán hasta este viernes algunos de los aspectos más relevantes de nuestra estrella. La formación y las características de las manchas solares, el estudio del campo magnético, la climatología espacial o los efectos de los fenómenos solares en la Tierra serán algunos de los temas que se tratarán estos días en un congreso que también presentará proyectos futuros de vital importancia como el Telescopio Solar Europeo (EST), cuya construcción está prevista para 2014 en la isla de La Palma o en Tenerife.

"España lidera un proyecto de gran ciencia a nivel europeo para construir este telescopio solar con un espejo de cuatro metros", que financia la Unión Europea con unos siete millones de euros. La pregunta fundamental que tratará de responder es "¿cuál es el origen y cómo se producen todos los fenómenos violentos que hay en la superficie del sol?".

Se sabe que las explosiones que ocurren en la atmósfera solar están causadas por el campo magnético. También se sabe que la incidencia en la Tierra es mínima porque está protegida por una especie de escudo, aunque este escudo es más frágil en los polos y sí puede alterar las comunicaciones y poner en peligro misiones espaciales cuyo coste es enorme. Lo que está claro es que aunque la vida del sol pueda dividirse en ciclos (cada uno de once años) y más o menos en todos su actividad sea parecida, resulta prácticamente imposible predecir que será del sol mañana.

La comunidad científica ofrece diferentes respuestas: ahora que atraviesa su ciclo número 24 la presencia de manchas solares ha sufrido un mínimo casi histórico. Unos científicos explican que significa que en los próximos meses habrá un estallido de actividad solar sin precedentes (coincide con las tesis supersticiosas del famoso 2012). Otros, como Bellot, afirman que "el número de manchas sube y baja periódicamente pero el hecho de que haya menos no significa que vaya a haber más actividad en el futuro".

Manchas solares

Las manchas del sol son la manifestación más obvia de la actividad solar. Son las responsables de gran parte de los fenómenos violentos que ocurren en sus capas externas. Bellot explica que el sol está lleno de "imanes". Las manchas solares "son campos magnéticos que emergen del interior del sol y aparecen en la superficie hasta la atmósfera interaccionando entre sí". Los campos magnéticos "impiden al plasma moverse libremente, reduciendo la eficacia del transporte de energía. Ello hace que las manchas sean más frías que sus alrededores. Sobre el fondo brillante del Sol en calma las manchas parecen oscuras, pero es sólo una impresión, ya que la temperatura en su interior alcanza valores de hasta 5.000 grados centígrados"

El experto ofrece una comparación muy gráfica: "Hay que imaginarlos como gomas, un elástico que se va estirando y puede retorcerse y unirse a otra goma. Lo que sucede es que al retorcerse se forma una sola y esa 'conexión magnética' libera una cantidad enorme de energía".

Si es poca energía la que se libera se produce sólo un pequeño destello. Cuando se trata de campos magnéticos muy fuertes interaccionando de una forma muy intensa el resultado es una explosión donde "se liberan de manera abrupta millones de bombas atómicas". Es lo que se conoce como tormenta solar, un fenómeno que puede durar unas horas pero que lanza miles de partículas al espacio.

Si entrasen directamente a la Tierra estas partículas podrían atravesar incluso el metal, pero el planeta está protegido por una especie de escudo con forma de donut que impide que sea así, excepto en los polos, donde la protección es menor. Más allá de las inofensivas auroras boreales, su efecto puede notarse en las comunicaciones. "A veces ocurre que la tormenta solar es tan intensa que las partículas entran y llegan bastante abajo, cambiando la ionización de la atmósfera, con lo cual todas las comunicaciones por radio sufren interrupciones. También pueden interaccionar con los cables de alta tensión y producir apagones". Uno de los casos más conocidos es el del apagón que produjo una tormenta solar en 1989 en Québec (Canadá), que afectó a seis millones de personas y provocó la paralización de la red eléctrica de Montreal durante más de nueve horas.

Ciclos

Es todo un misterio el "mínimo larguísimo de manchas solares del que acabamos de salir". Bellot explica que es algo que los científicos no esperaban. Estos ciclos, que aunque no tengan nada que ver podrían compararse con las estaciones en la Tierra, manifiestan una evolución de menor a mayor actividad solar a lo largo de once años. Sin embargo, aunque algunos vean que la transición menos activa entre el último ciclo y el actual pueda significar una mayor actividad en el futuro, el científico del Instituto de Astrofísica asegura que se trata sólo de "supersticiones. No sabemos qué va a pasar mañana".

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