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No sólo tango (II)

  • Santaolalla firma un trabajo de auténtica arqueología musical

Los recientes trabajos de Juana Molina, Acho Estol, Kevin Johansen, Luis Alberto Spinetta y Sergio Makaroff nos sirvieron para iniciar el repaso a la música argentina, que más allá del tango, iniciamos en la anterior entrega. Con un disco en el que Gustavo Santaolalla realiza un trabajo de arqueología musical rescatando a los clásicos de su edad de oro, y otro en el que el reputado sello de world music Putomayo reúne a algunos artistas que lo practican fuera del ámbito del Mar del Plata, volvemos al inevitable tango. Con Café de los Maestros, el oscarizado Santaolalla recuperó en un doble disco de 2005 a los grandes nombres del género anteriores a Piazzolla, es decir, a los artistas que representaron y vivieron su etapa de esplendor.

Atilio Stampone, Osvaldo Berlingieri, Ernesto Baffa, Aníbal Arias o Juan Carlos Godoy, algunos de ellos octuagenarios, formaron en París la Orquesta Café de los Maestros y Santaolalla, cautivado por su sonoridad decidió apostar como productor por el lanzamiento mundial de una música con tanta historia. Las comparaciones con lo que hizo Ry Cooder con el olvidado son cubano no se hicieron esperar, pero el argentino se desmarca negando los parecidos. Él, como músico, no se involucra en el proceso creativo ni en los conciertos en un intento por mantener intacta la identidad de los artistas recopilados y, además, su acercamiento no se produce desde una lejanía cultural sino que se considera perteneciente por derecho propio a la misma tradición que se propone descubrir. El proyecto, que tiene ya tres años de antigüedad, se publicó en España este pasado 2008, y coincide con un filme realizado por Miguel Kohan sobre el mismo elenco de artistas. Ambas obras constituyen una oportunidad magnífica para adentrarse en la más auténtica música arrabalera.

En el caso de Tango around the world no se viaja en el tiempo sino en el espacio. El disco hace buena la teoría de que el tango más que el folklore representativo de una nación, es la música del desarraigo de los emigrantes en las grandes urbes y, por tanto, una música universal de carácter urbano. Así lo mantiene Tato Rebora, director del Festival Internacional de Tango de Granada, y recopilaciones como esta viene a darle la razón. Encontramos desde vocalistas brasileñas de ascendente sefardí hasta un senegalés que acompaña con el bandoneón una letra en maninka; desde una formación de gitanos serbios que hermana el tango con lo romaní o la portuguesa Liana que llega al tango desde el fado hasta formaciones escandinavas que siguen la estela de Gotan Project.

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