Fernán Mirás. Director de cine y actor

"Me tiré diez años pensando que tenía que dirigir"

  • 'El peso de la ley' clausura el festival con la visita de su director

Mirás ha visitado estos días Granada para participar en Cines del Sur.

Mirás ha visitado estos días Granada para participar en Cines del Sur. / María de la Cruz

Los habituales de Cines del Sur tal vez lo recuerden como Luciano, el locutor de radio melómano y romántico que perdía la audición por un desengaño amoroso en Días de vinilo, la cinta de producción argentina y colombiana que se proyectó en la pasada edición. Ayer lo pudieron volver a ver en la Plaza de las Pasiegas en la gala de clausura pero en este caso en un rol muy diferente: en la pantalla pero también en el patio de butacas, como director de la cinta El peso de la ley.

-La película cuenta la historia de alguien que vive en un pueblo alejado de la civilización y que es acusado de violar a lo que se denomina 'el tonto del pueblo'. Está basada en un hecho real. ¿Por qué eligió este suceso?

-El coguionista de la película es abogado y muy amigo mío. Él me insistía en que dirigiera, me acercó un expediente judicial y me dijo: es un compendio de todos los defectos del sistema en un sólo expediente. Para mí, que como actor he hecho varias películas basadas en hecho reales y traspasas lo biográfico, era un punto de partida para ver hacia dónde podíamos ir.

-Cómo fue ese proceso de traspasar el hecho real ahora desde el punto de vista de un director.

-Nos tiramos dos años trabajando en el guión para reflejar como afecta el sistema judicial argentino tanto a la víctima como al acusado. Pero también hablábamos de fallos universales, como lo diferente que puede ser la justicia según la condición social. La película también aborda el peso de la ley sobre todos los que trabajan en este sistema. La diferencia entre la idea que tienes cuando empiezas aestudiar y cuando llevas ya diez años de ejercicio. En ese sentido, en las entrevistas previas en ese periodo de preparación descubrimos a una chica que se había hecho abogada para defender inocentes y decía que en diez años trabajando nunca le había tocado defender a un inocente

-¿Cuáles son esos fallos universales?

-Mi coguionista entendía bastante el sistema judicial y yo tenía la ingenuidad del espectador, porque el que trabaja en derecho sabe que la Justicia no existe. El acusado pertenece a una clase social que ni siquiera sabe que tiene derechos. Y la abogada que lo defiende tiene que litigar también contra una fiscal que fue su profesora de Derecho, que se ha convertido en todo lo contrario de lo que le enseñaba.

-El acusado ni siquiera sabe de qué se le acusa hasta que termina preso. La crítica al sistema judicial es un género propio. Aunque en el cine argentino 'El secreto de sus ojos' es el último referente en ese sentido, a mi me recuerda mucho a una película española, 'El crimen de Cuenca'.

-Es curioso porque El crimen de Cuenca lo tuvimos bastante presente mientras escribíamos.

-Los del sistema judicial son los bárbaros.

-Sí, ni siquiera comprueban que de verdad está muerto. Acá hay algo de eso en el sentido de que el pueblo nadie sabe bien lo que pasó. Además, dentro del pueblo también hay muchos prejuicios.

-¿Por qué tantos actores terminan dirigiendo?

-Yo soy actor hace 30 años y me ofrecieron dirigir hace 10 pero entonces sentí que no estaba listo. Me tiré diez años pensando que lo tenía que asumir.

-¿Ha tenido muy buena acogida en Argentina?

-Sí, lleva ya tres meses en el cine y esto me permitirá seguir dirigiendo. Hicimos una proyección en una cárcel y algunos presos nos decían que ellos eran los otros expedientes que la abogada no atendía para prestar más atención a este. Es un momento en el que el sistema judicial en Argentina está particularmente puesto en cuestión porque la gente no confía en los jueces.

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