OnGranada

Diseñan una estación para tratar las aguas de centros oncológicos

  • El proyecto ChemoCLEAN-Tech II, coordinado por OnGranada y cofinanciado por el Ministerio de Industria, permitirá reducir la toxicidad y el impacto de estas aguas

Reunión de coordinación del proyecto de OnGranada

Reunión de coordinación del proyecto de OnGranada / G. H.

Un proyecto de las empresas Athisa y Nazaríes IT y la Universidad de Granada, coordinado por el clúster tecnológico OnGranada Tech City, diseña una estación de tratamiento de aguas residuales para hospitales oncológicos que eliminará las bacterias resistentes a antibióticos y los fármacos antineoplásicos.

El proyecto denominado ChemoCLEAN-Tech II cuenta con fondos del Ministerio de Industria y permitirá reducir la toxicidad y el impacto de estas aguas en el medio ambiente y en la salud pública.

La iniciativa responde a la alarma planteada por al Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha calificado de amenaza mundial la presencia de bacterias resistentes a antibióticos en las aguas residuales que, en los hospitales oncológicos, se convierten en el medio idóneo para su expansión.

El proyecto pretende combatir además los residuos de fármacos antineoplásicos, de alta toxicidad y que se usan en tratamientos de quimioterapia contra el cáncer, para evitar que lleguen como hasta ahora a los cauces de los ríos.

La presencia de bacterias resistentes a antibióticos en las aguas residuales es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una amenaza mundial en crecimiento que provoca ya unas 25.000 muertes al año solo en Europa.

Modelo de demostración del proyecto Modelo de demostración del proyecto

Modelo de demostración del proyecto / G. H.

Las aguas residuales de los hospitales oncológicos son un medio ambiente idóneo para la proliferación de este tipo de resistencias, por lo que su eliminación en el sistema de tratamiento antes del vertido a la red de alcantarillado debe ser prioritaria.

De igual manera, la incidencia de los fármacos antineoplásicos, aquellos que se usan en los tratamientos de quimioterapia contra el cáncer y que tienen una elevada toxicidad para el ser humano, sigue aumentando de manera alarmante.

Estos fármacos, que son eliminados por los pacientes hasta en un 40% en las primeras 24 horas, llegan a las aguas residuales y, puesto que muchos de ellos no pueden ser eliminados por las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), se están detectando en los ríos.

Aunque se encuentran en bajas concentraciones, estos fármacos se consideran contaminantes persistentes que pueden tener un efecto tóxico sobre organismos acuáticos, y son objeto de vigilancia por la Unión Europea.

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