La vitro se enciende. MasterChef Celebrity ha inagurado temporada en La 1. Y ha sido mala suerte que el actor valenciano Emmanuel Esparza, el menos conocido de toda la relación de nuevos aspirantes, cayera a las primeras de cambio en una flamante edición en la que se intuye que el programa adquiere un carácter más comedido frente a la edición anterior, con Verónica Forqué.

A cambio de unos participantes con talante más contenido, el jurado va a apretar más las tuercas. Es la intención visto en la noche del lunes el arranque con exigencias a las primeras de cambio. Y una prueba de exteriores en La Granja donde los cocineros profesionales, una vez más, tuvieron que remediar el caso.

A Emmanuel, el primer eliminado le cayó la del pulpo en su primer plato presentado, unos torreznos duros de roer, con salsas, que recibieron la amonestación del jurado.

Lo de los maléficos bombones de chorizo (el rico embutido con pimentón era el comestible protagonista de la prueba eliminatoria de esta primera gala) fue una designación de Lorena Castell, propuesta por el jurado para que hiciera de ruleta rusa entre los compañeros del cadalso.

El equipo rojo había perdido y Rossy de Palma, invitada del final de ayer, eligió para salvar a su amiga Daniela Santiago. La malagueña estará una semana más.

Lorena, charlatana y que ha destacado por un buen resultado en esta primera noche, le adjudicó el cacao a Esparza no por mala idea para expulsarlo directamente, sino porque creía que tenía más experiencia por su trayectoria anterior en MasterChef Colombia, donde estuvo varias zemanas. Al actor se le comía el cabreo y los nervios y presentó unos decentes bombones picantes (eligió por error chorizo picante), pero con un resultado insuficiente para el jurado, que lo tuvo claro. Termina entre tristeza y cabreo su breve paso por La 1. Por lo menos su nombre se va a encontrar con más reseñas en google. Y siempre le quedará la repesca.

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