Gypsy Rose Blancharde vivió postrada en una silla de ruedas durante años. Su caso saltó a los medios estadounidenses generando un gran impacto y aupando a su madre, Dee Dee, como una mujer soltera y valiente que se desvivía por cuidar a su hija gravemente enferma. Todo cambió cuando Dee Dee fue hallada muerta a manos de su propia hija, ya adolescente, y de su novio, Nicholas Godejohn, tras descubrir Gypsy que sus enfermedades habían sido invención de su madre. Un caso que recuerda al ocurrido en España con Nadia Nerea, cuyos padres fueron condenados por utilizar la enfermedad de su hija para recaudar dinero y destinarlo a fines particulares.

DKiss estrenó el pasado sábado La venganza de Gypsy, un documental de dos horas que narra una historia de engaños con un trágico final que conmocionó a la opinión pública. Cuenta con el testimonio exclusivo desde la cárcel de la propia Gypsy, una joven que llegó a estar convencida de que padecía leucemia, distrofia muscular, problemas visuales, y cierto retraso físico y mental, entre otras dolencias. Sobre una silla de ruedas, con el pelo rapado, aspecto descuidado, y alimentada mediante un tubo quirúrgico alojado en su estómago, la imagen que proyectaba Gypsy no arrojaba dudas sobre sus supuestas patologías. Sin embargo, a medida que iba creciendo, comenzó a tener más contacto con el exterior gracias a internet y a las redes sociales, donde conoció a su novio. Junto a él, llegó a acabar con la vida de su progenitora en junio de 2015.

Para su director, Jesse Vile, La venganza de Gypsy muestra "una historia original y trágica de una niña que intenta crecer con una madre que, simplemente, no se lo permitía". Para él, "el aspecto de la venganza es la lucha contra una infancia robada y la edad adulta que la madre de Gypsy mantuvo cautiva durante tantos años". El creador del documental afirma que "la historia de Gypsy es uno de los crímenes más singulares" que ha escuchado, y que lo que más le atrajo "fue tratar de entender las verdaderas motivaciones de Dee Dee y Gypsy detrás de sus acciones". Dicha "dualidad" entre los que la consideran simplemente una víctima y los que la tachan de asesina sin escrúpulos es uno de los aspectos más interesantes del documental, porque no fue hasta después de la muerte de Dee Dee cuando su engaño fue expuesto al mundo. Para los amigos y vecinos, era la madre más dulce, amable y amorosa de la tierra. Pero para su familia, era una mujer egocéntrica, fría y calculadora. Una historia única y escalofriante en la que se profundiza a través de los testimonios, dramatizaciones y una protagonista en la cárcel que se erige en pobre víctima y verdugo a un mismo tiempo y hace reflexionar sobre la crueldad humana.