Análisis

helena arriaza

'First dates', la salvación de Cuatro

Ni un mes. Eso es lo que pensé que iba a durar First Dates cuando se estrenó. Un completo error. Durante las primeras emisiones el programa que presenta Carlos Sobera cada noche en Cuatro resultaba impactante. Comensales un tanto peculiares y el presentador ejerciendo de Cupido era cuanto menos extraño. Pero ahora, más de tres años después de su llegada a la cadena de Mediaset, está claro que es uno de los mejores programas con los que cuenta la cadena. Hacerse un hueco en una franja horaria como la de First Dates no es nada fácil. Cuando comenzó su andadura ya tenía enfrente a El Hormiguero y a El Intermedio. A lo largo de estos años también ha competido en audiencias con espacios como Hora punta de Javier Cárdenas, Lo siguiente de Raquel Sánchez Silva (ambos cancelados). Y sin duda se ha hecho un hueco y está a la altura de la franja del access prime time. De hecho es de lo mejorcito que hay en ese horario, porque tanto Pablo Motos como Wyoming (en especial Motos), resultan ya un poco cansinos. Mientras, el dating show que presenta Sobera, mantiene su esencia pero introduce innovaciones con las que da buena cuenta del gran trabajo que hay detrás.

Por supuesto hay que destacar el trabajo de Carlos. No hay presentador más versátil en la actualidad. Lo mismo presenta un reality, que un concurso, que un programa de reencuentros… Y en First Dates ha conseguido algo muy importante para quienes conducen un formato, hacerlo suyo. El programa no sería lo mismo sin él. Y sin sus camareros, porque ellos también se han convertido en piezas fundamentales del restaurante más famoso de la televisión. Si en algo radica la importancia es en el casting. Después de tres años los comensales no dejan de sorprender. Se ha visto de todo y ese es uno de los secretos de su éxito. Que haya espacio para personas de diferentes edades, sexo, gustos, lugares… Es de agradecer en televisión.A todo esto hay que añadir los especiales que en todo su recurrido ha llevado a cabo el programa. En un crucero, en Navidad, en San Valentín… Preparar programas diferentes para distintas épocas del año es un trabajo extra y hay que valorarlo. Esta valoración de First Dates lleva a una reflexión sobre la cadena. Si son capaces de tener en su aburrida programación un espacio como este que le saca las castañas del fuego, ¿por qué no son capaces de apostar por formatos similares? Seguro que el camino para remontar sería algo más sencillo de lo que está siendo, porque de momento la cadena no levanta cabeza.

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