Análisis

fernando faces Santelmo Business School

Incertidumbre y turbulencias

Ha sido una semana convulsa. El conflicto en torno a Ucrania está acercándose al borde del precipicio. Las negociaciones diplomáticas se enfrentan a un Putin astuto, frío, calculador, que permanece imperturbable. Putin mueve estratégicamente sus peones y anticipa y fuerza el movimiento de su contrario. Europa está dividida y ausente, a pesar de los reiterados encuentros de sus líderes con un Putin, que domina el escenario y marca las distancias con sus largas mesas. El presidente Biden, debilitado y envejecido, afirma que el conflicto bélico es inminente. Putin lo niega acusándole de manipulación y falsos mensajes. Ante este escenario los mercados navegan inmersos en una intensa incertidumbre. El precio de las materias primas metálicas, energéticas y agrícolas alcanza nuevos máximos. El precio del barril de Brent está cerca de los 100 dólares. La inflación se dispara en Estados Unidos hasta el 7,5% , máximo de los 40 últimos años. Los bancos centrales, Fed Y BCE, se ven sorprendidos por la virulencia y persistencia de la inflación, que creían transitoria. Se sienten desbordados, con la sensación de que van por detrás de los acontecimientos y de la curva de tipos de interés.

El aumentó de la demanda energética por la recuperación económica y la insuficiencia de la oferta por el déficit de inversión, los acuerdos de la OPEP, y los stocks en mínimos, presagian un precio del petróleo que puede superar y mantener los 100 dólares en el caso del barril de Brent. El precio del gas está volviendo a despegar. El precio del aluminio, del cobre, del litio y otros metales se están disparando por el previsible aumento de su demanda ante la transición energética y la electrificación de la industria y el parque móvil. El conflicto con Rusia ha acentuado estos desequilibrios. Si no se logra detener el conflicto bélico, el precio del petróleo se podría disparar hasta 150 dólares. Lo cual dispararía la inflación y reduciría el crecimiento mundial en cerca del 2%. La recesión y la inflación (estanflación) acecharían.

El 83% de las exportaciones rusas de gas tienen como destino la Unión Europea (UE), y el 46% del gas importado por la UE tiene su origen en Rusia. La dependencia energética es muy alta y el poder geoenergético de Rusia sobre Europa es muy potente. Lo que determina que las amenazas económicas y financieras lanzadas por Europa y Estados Unidos a Rusia tengan una eficacia relativa, ya que de producirse dañarían seriamente a ambos, y especialmente a Alemania. Lo cual explica la aparente temeridad de Putin y la relativa indefinición de Alemania.

Ante la virulenta y persistente inflación la Fed está reflexionando sobre si debe de intensificar la retirada de liquidez y la subida de los tipos de interés hasta dejarlos en el 2,75% al final del ajuste. En este escenario subir bruscamente los tipos de interés sin provocar una recesión es una misión casi imposible. Está dentro de lo posible que si hay un conflicto bélico abierto, cosa que racionalmente no espero, pero que no se puede descartar, la Fed y el BCE se verían obligados a continuar con sus políticas expansivas con el objetivo de evitar, o aliviar, la previsible recesión, a costa de una mayor inflación, como mal menor.

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