La lucha frente al cáncer es una constante en el sistema sanitario y cuenta con un gran esfuerzo por parte de los servicios de salud pero, también, por parte de las empresas farmacéuticas, los profesionales sanitarios e, incluso, con un gran apoyo por parte de la ciudadanía que con organizaciones de pacientes muy activas contribuye y colabora en hacer posible avances en la respuesta asistencial, en la prevención o el diagnóstico precoz del cáncer.

Muchos han sido los avances que se han conseguido en el terreno del diagnóstico precoz o del tratamiento para garantizar una mejor supervivencia frente al cáncer; y muchas son las expectativas que tenemos por el enorme esfuerzo que se está haciendo en el campo de la investigación sanitaria para tener nuevas y más eficaces terapias; también en el campo del diagnóstico precoz para anticipar la respuesta y ganar en calidad de vida y, también, son destacables los esfuerzos en materia de prevención que se sabe que pueden dar buenos resultados para hacer posible una disminución de la incidencia.

Así que, en definitiva, el futuro en relación a la lucha frente al cáncer nos aporta expectativas que nos hacen ser optimistas pero que requieren un esfuerzo constante para adaptar nuestras respuestas desde el ámbito de los servicios de salud.

En el caso del cáncer de pulmón se sabe que hay un espacio de mejora en la respuesta del sistema sanitario en su conjunto en el sentido de conseguir anticipar el diagnóstico para instaurar cuánto antes los tratamientos y mejorar la calidad de vida y las tasas de supervivencia. También cabe reforzar los mecanismos de prevención del tabaquismo haciendo más y mejor educación sanitaria y apoyo a la cesación tabáquica, pues sabemos el beneficio en salud que de ahí se puede derivar.

El diagnóstico precoz, avanzando en métodos de cribado poblacional previamente validados, permitirá responder a los casos que existen con una mayor anticipación pero, también, deberá articularse una mejor organización de los cuidados teniendo en cuenta la necesidad de hacer una respuesta de carácter multidisciplinar. Esto implica conseguir que la incorporación de diferentes disciplinas de conocimiento y diferentes profesiones mejoren la calidad de vida de los pacientes en su proceso asistencial.

Para ganar esta batalla y conseguir la mejor respuesta potencial frente al cáncer de pulmón hace falta un trabajo de medio y largo recorrido basado en una estrategia que incorpore a los diferentes colectivos que tienen aspectos que aportar y que deben implicarse en los cambios y en las mejoras necesarias.

Proyectos que sean capaces de aunar un enfoque global e integral que incorpore el análisis epidemiológico, la capacidad de hacer diagnósticos más precoces y tempranos, así como la articulación de cambios organizativos que hagan real un abordaje multidisciplinar, son el tipo de proyectos necesarios para tener éxito.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios