La Bolsa española cayó ayer el 0,27% y perdió los 9.200 puntos, en un clima de indefinición que se extiende a otros mercados europeos, pendientes de novedades sobre la guerra comercial entre EEUU y China y con la vista puesta en Italia, a la que Bruselas podría multar por déficit excesivo.

El principal indicador del mercado español, el Íbex 35 cedió 24,60 puntos, el 0,27%, con lo que se coloca en los 9.191,80 puntos, que hacen que en el mes acumule un descenso del 3,96% y en el año, una ganancia del 7,63%.

La calma fue la nota dominante por segundo día en los mercados tras las elecciones europeas, puesto que los inversores valoran que, con matices, el mensaje que sale de los comicios es muy claro en favor de la continuidad del proyecto común, lo que permitió, además, que el bono español siga marcando mínimos de rentabilidad en el mercado de deuda.

Todos los mercados europeos se movieron en la misma línea: Milán cayó con más fuerza (0,50%) porque Bruselas amenaza ahora con una multa de 3.500 millones de euros por el incumplimiento de los objetivos de déficit y deuda, sanción que castiga también al bono italiano. París cedió el 0,44% y Fráncfort, el 0,37%.

El otro gran tema que preocupa entre los inversores, las tensiones comerciales entre EEUU y China, no ha deparó novedades aunque se sigue barajando una posible reunión de los mandatarios de ambos países en la cumbre del G20 a finales de junio, de la que, en todo caso, no parece que vaya a salir el acuerdo que tanto anhelan los mercados.

En el capítulo de datos publicados, destaca la mejora de la confianza de los consumidores y empresarios en la economía de la Eurozona en mayo.