La colocación de placas solares está disparada desde hace meses impulsada por la subida del precio de la luz y en menor medida por la mayor conciencia ecológica de la población. Cada día decenas de ellas son colocadas en los tejados y azoteas de Granada. Las empresas instaladoras no dan abasto. El salto a estas energías limpias es algo que muchos ciudadanos aplaudimos, tanto por razones económicas como ecológicas, sin embargo sin una buena regulación podemos destrozar esta ciudad en un abrir y cerrar de ojos.

¿Sabían por ejemplo que en la Comunidad de Madrid es obligatorio la colocación de placas solares “coplanares”? Es decir, que sólo pueden colocarse siguiendo la misma inclinación que el tejado y no elevarse por encima de ella. Además en azoteas planas no se pueden elevar por encima de los 3,75 m. Dicho de otra forma, cualquier pequeña población de la meseta madrileña sin ningún tipo de interés arquitectónico ni paisajístico tiene mayor protección que el municipio de Granada, una ciudad mundialmente conocida por su belleza y que vive del turismo principalmente.

¿Qué tenemos en Granada? Aquí existe Ordenanza Municipal sobre Captación Solar Térmica en el Municipio de Granada, cuyo punto número 8 habla sobre “impedir la desfiguración de la perspectiva del paisaje o perjuicios a la armonía paisajística o arquitectónica y también la preservación y protección de los edificios, conjuntos, entornos y paisajes”.

Suena bien pero al parecer es algo tan ambiguo que en la realidad se permite casi todo: muchas de las placas solares que se están colocando se hacen sobre estructuras triangulares que las elevan para conseguir una mejor orientación, e incluso permiten que se creen autenticas plataformas solares aprovechando toda la superficie del tejado, tenga la forma que tenga.

Todo vale por tal de conseguir la mayor rentabilidad y si de paso vendemos electricidad mucho mejor. El resultado es un impacto visual intolerable que no deja de extenderse. Por supuesto que el barrio del Albaicín, Realejo y centro histórico está protegido pero ¿Qué pasa con el resto de la ciudad, donde vivimos la mayoría de granadinos?

Granada es la ciudad de las vistas increíbles: la Vega, Sierra Nevada, las colinas del Albaicín y La Alhambra. Ahora todo esto corre peligro. ¿Es mucho pedir que Granada tenga el mismo grado de protección que cualquier pequeño pueblo de la comunidad de Madrid? ¿Qué la colocación de placas coplanares (paralelas a los tejados) sea obligatoria? Si permitimos el descontrol actual dentro de poco los turistas que se asomen desde las azoteas de los hoteles y apartamentos de la ciudad sólo verán a sus pies un mar de células fotovoltaicas: Granada perderá gran parte de su encanto y el turismo simplemente se irá, y con razón.

Creo que hablo por decenas de miles de granadinos al pedir a todos los grupos políticos que aborden este tema con carácter urgente para que se proteja toda la ciudad de Granada y su valiosísimo patrimonio arquitectónico y paisajístico. Esto debería ser prioritario para una ciudad como Granada.