Chi non lavora non fa l'amore

Chi non lavora non fa l'amore

Si obligados a guardar la distancia de seguridad, en consecuencia, están prohibidos los abrazos y los besos, entonces... de lo otro... ni hablamos. Así que en este rincón de minutos musicales, cancionero analítico para entretener el arresto, recurrimos hoy a Adriano Celentano, quien nos inspira este comentario mediante un viejo tema, 'Chi non lavora non fa l'amore', con el que se impuso hace ahora justamente 50 años, en 1970, vigésima edición del Festival de San Remo. 

'Chi non lavora non fa l'amore' ('Quien no trabaja no hace el amor') es una composición del propio Celentano en la que la imposibilidad de trabajar -y su derivada: no hacer el amor- no viene dada por una epidemia ni crisis sanitaria como la que a nosotros en estos días nos azota. La canción se enmarca en un periodo agitado de la vida social en Italia, sacudida por una oleada de huelgas y protestas sin precedente desde el nacimiento en 1945 de la República italiana. El cantante compartió escenario en San Remo con Claudia Mori, marido y mujer en la vida real, según las normas del Festival, en el que cada canción era defendida en dos pases distintos por dos intérpretes. 

Por tanto, una escena de matrimonio que no superaría hoy los cánones de lo políticamente correcto, pues presenta a una esposa ama de casa y dependiente del marido. Un marido que al llegar a casa se encuentra la mesa desierta y ante su protesta recibe el reproche de su "arrabbiata" ("enfadada") mujer, pues "ho lavorato un giorno su tre" (he trabajado un día entre tres). "Coi soldo che le do / non ce la fa più" ("con el sueldo que le doy / no consigue más") y ella también "ha deciso / di fare lo sciopero contro di me!" ("¡ha decidido hacer la huelga contra mí!"). Los dos intérpretes cantan en primera persona, de forma que el huelguista es siempre el marido y solo cambia la letra en función de quién reprocha y quién recibe los reproches. 

El caso es que en la tesitura que plantea la esposa, el trabajador decide reintegrarse a su puesto de trabajo "mentre erano tutti a scioperare" ("mientras estaban todos en huelga"), pero recibe "un pugno in faccia" ("un puñetazo"), se supone que como 'información' de algún piquete 'informativo', por lo que tiene que acudir "a piedi alla Guardia Medica" ("a pie a Urgencias"), ya que también estaban en huelga los tranvías y cuando llega al 'Pronto Soccorso' (la Casa de Socorro) allí no está el doctor porque "era in sciopero anche lui!" ("¡estaba en huelga también él!"). ¿Qué juego es este? y ¿cómo acabará?, se pregunta el cantante, mientras el estribiillo repite a coro que "chi non lavora non fa l'amore", a lo que Celentano responde: "Se non sciopero mi picciano" ("si hago huelga me pegan") y si no trabaja... que se vaya olvidando del débito conyugal. Con lo que opta por pedir el aumento al "signor padrone" (al patrón) y así "verás que en tu casa / y en cada casa entra el amor". 

La canción vencedora de San Remo 70 no tuvo traducción en España. En parte, porque la prolongada producción de Celentano (en Italia el cantante es al rock lo que por edad y trayectoria es Miguel Ríos en España) tiene escasas versiones en español pero en parte también por los previsibles problemas que un título de tal formulación encontraría sin duda con la poderosa censura de la época. Sin embargo, la versión original tuvo amplia repercusión y difusión en nuestro país, como era habitual en los años sesenta, cuando los cantantes italianos marcaban las pautas de la música melódica.

En San Remo competían con naturalidad los primeros espadas de la canción italiana -algo a lo que eran alérgicos sus homólogos españoles- y cada año se reunían sobre el escenario de la ciudad balneario ligur Gianni Morandi, Domenico Modugno, Jimmy Fontana, Al Bano, Sergio Endrigo, Rita Pavone, Gigliola Cinquetti... cada uno con su título correspondiente, que independientemente de que triunfase o no, se convertía rápidamente en un 'hit' no solo en Italia.

También, en España, donde aparecían de inmediato las versiones traducidas. Entre todos ellos, Adriano Celentano estaba en el pináculo de su fama. Así, cuando una vez proclamada vencedora esta 'Chi non lavora non fa l'amore' el cantante compareció en el escenario -junto al estrafalario coro mixto que le acompañó en sus actuaciones- para un interpretación de apoteosis final y cierre del Festival, de entre el público surgió una voz: "Adriano, sei l'unico!" ("¡Adriano eres el único!"), el rockero replicó con naturalidad: "Si, lo so" ("Sí, lo sé").

  

 

  

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