Los mercados de renta variable continúan condicionados por las tensiones en torno a Ucrania-Rusia, lo que produjo retrocesos iniciales en Wall Street que luego viró al verde; las bolsas europeas rebotaron ayer, tras las notables caídas del lunes.

El foco de atención se mantiene en los esfuerzos diplomáticos para evitar un mayor conflicto entre Rusia y Ucrania, que podría tener un significativo impacto económico especialmente en Europa. Las tensiones se han incrementado ante la decisión de EEUU de preparar 8.500 soldados en Europa del Este con el objetivo de reforzar el despliegue de la OTAN si fuera necesario. Los gobiernos europeos analizan qué tipo de acciones de Rusia podrían desencadenarse más allá de un posible conflicto militar (ciberataques, limitación del suministro de gas o campañas de desinformación y desestabilización del Gobierno ucraniano).

Esta situación retrasa el escenario de reducción del coste de la energía, al mismo tiempo que condiciona la evolución de la coyuntura económica.

Factores como la persistencia de la pandemia, las tensiones inflacionistas, los problemas en las cadenas de valor globales y el deterioro de la confianza del sector privado son los que explican la revisión a la baja de las expectativas de crecimiento por parte del FMI; estima ahora un avance del PIB global de un 4,4% anual este año (vs. 4,9% proyectado en octubre), tras repuntar un 5,9% anual en 2021, su mayor expansión en cuatro décadas.

El Íbex 35 cerró en 8.480 puntos, tras dos sesiones a la baja.

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