Jornada de ascensos en los principales índices mundiales tras dos jornadas en negativo, a pesar de producirse en una coyuntura marcada por el cierre de Rusia del suministro de gas a Polonia y Bulgaria y la advertencia al resto de los Estados miembros de la UE de que tomará la misma decisión si no aceptan el pago en rublos.

Los inversores mantienen también su atención en la conferencia de de Christine Lagarde, presidenta del BCE. El significativo incremento de los precios de importación en las principales economías europeas alcanza su máximo histórico desde la creación del euro en 1999. La depreciación del euro acentúa el repunte de dichos precios, con implicaciones negativas tanto en la demanda como en la inversión, ante la pérdida de renta disponible y el deterioro de los márgenes empresariales.

Prosiguen los temores en Asia, ante de posibilidad de que se produzcan confinamientos en Pekín y en Shanghái, lo que ha provocado ventas notables en sectores expuestos a las posibles interrupciones de la cadena de suministros, como el caso de los semiconductores.

En abril, la confianza del consumidor de Alemania acelera su tendencia a la baja en un contexto marcado por la guerra en Ucrania y las elevadas presiones inflacionistas.

El Íbex 35 cerró por encima de 8.400 puntos tras subir un 0,46%. Las mayores revalorizaciones fueron las de Arcelor (4,20%), Acerinox (3,96%) y Red Eléctrica (2,46%) y las mayores caídas, Aena (-4,23%), Grifols (-3,19%) y Telefónica (-1,10%).

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