Tras confirmar la semana pasada el BCE que mantendrá sin cambios su política monetaria, el protagonismo giró ayer hacia la Fed. No hubo cambios sustanciales en su estrategia, si bien los inversores vigilarán cualquier alusión de Jerome Powell sobre cuándo se podría iniciar el proceso de reducción de los programas de compras de activos (tapering). Adicionalmente, la Reserva Federal mejoró al 7% sus previsiones de crecimiento en EEUU en 2021, gracias a la mejora de la situación epidemiológica y la progresiva reapertura de la economía.

También fue la primera emisión de eurobonos de la Comisión Europea para financiar el plan Next Generation aprobado a mediados del año pasado. En concreto, se realizó una emisión de 20.000 millones de euros, por encima de las estimaciones, a un tipo de interés de en torno a un 0,1% (entre la TIR actual del bono alemán y francés). Por otro lado, la demanda fue superior en más de 7x a la oferta.

La producción industrial china ralentizó su ritmo de crecimiento en mayo a un 8,8% interanual (vs 9,0% estimado y 9,8% anterior) y las ventas minoristas a un 12,4% interanual (frente a un 13,6% estimado y un 17,7% interanual).

En Europa predominó el tono mixto; el Íbex 35 (-0,31%) retrocede por segunda jornada consecutiva, manteniendo los 9.200 puntos. Entre sus componentes, los mayores ascensos se han situado en el sector de renovables, influenciado por la noticia de que EQT ha lanzado una OPA sobre Solarpack en el Mercado Continuo.

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