El Íbex 35, el principal índice de la Bolsa española, subió ayer un 1,49% y superó el nivel de los 8.300 puntos, una cota que no alcanzaba desde marzo, antes de que estallara la epidemia de coronavirus, con lo que se apunta un avance semanal del 1,61%.

El selectivo, que suma cinco semanas consecutivas al alza, ganó ayer 122,2 puntos y cerró la sesión en 8.322,9 puntos. Sin embargo, en lo que va de año, acumula aún un descenso del 12,8%.

El resto de bolsas europeas finalizó la sesión también en positivo, con ascensos del 0,92% para el Ftse 100 de Londres, del 0,62% para el Cac 40 de París, del 0,35% para el Dax de Fráncfort y del 0,48% para el Mib de Milán.

El Íbex subió a pesar de los decepcionantes datos de empleo en Estados Unidos (EEUU) y de los problemas de la farmacéutica estadounidense Pfizer para producir el volumen de vacunas contra el Covid-19 que tenía previsto hasta fin de año.

El destacado avance del selectivo se benefició de las fuertes subidas de tres de sus grandes valores: dos bancos, Santander y BBVA, que ganaron un 5,71% y un 5,54%, respectivamente, y la petrolera Repsol, que avanzó un 5,29%.

En la semana, las mayores subidas correspondieron al Santander (16,1%), a ArcelorMittal (13,8%), a BBVA (8,7%) y a Mapfre (8,3%).

Las caídas semanales más intensas fueron para PharmaMar (20,2%) y Endesa (6,9%).

En el mercado de deuda, la rentabilidad del bono español a diez años, el de referencia, sube hasta el 0,075%.

La prima de riesgo (diferencia con el bono alemán del mismo plazo) repunta hasta los 62,6 puntos básicos.

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