Análisis

Pilar cernuda

A Susana le quieren hacer la cama

Asusana Díaz la quieren echar de la Secretaría General del PSOE andaluz y de la presidencia del grupo parlamentario. Como se dice coloquialmente le quieren hacer la cama. No es Juanma Moreno el que quiere hacerlo, sino los suyos. O más que los suyos, personas de su partido que la tienen enfilada desde hace dos años, capitaneados por Pedro Sánchez.

No lo van a tener fácil, aunque utilizarán todas las artimañas posibles para provocar la dimisión de Díaz. Pero cuando Sánchez recuperó la Secretaria General de su partido tuvo buen cuidado de establecer garantías para que no pudiera expulsarlo como había ocurrido meses antes, y llevó al congreso del PSOE la propuesta de que la militancia tendría que ser consultada para determinadas decisiones, entre ellas que se promoviera el cese de un cargo regional y nombrar una gestora.

Díaz ha dado pasos que confirman su voluntad de continuar. Hará oposición a Juanma Moreno sin quitar ojo a los movimientos de la dirección nacional y de los cargos andaluces que han intentado quitarla de en medio en cuanto pudieran, entre ellos el actual delegado del Gobierno en Andalucía y el alcalde de Dos Hermanas, de lealtad inquebrantable a Sánchez. El presidente de Gobierno mientras tanto trata de minar la voluntad de Díaz lanzando aviso a navegantes a través de declaraciones como las realizadas por Carmen Calvo y José Luis Ábalos, exigiendo la dimisión de Susana Díaz. Aviso a navegantes porque dentro de nada hay que completar las listas municipales. Están elegidos ya los candidatos a las alcaldías de las capitales pero falta el resto de sus lista, y va a haber bofetadas para colocarse en los puestos de salida. Por los estatutos del partido, la dirección nacional puede intervenir para modificar las propuestas por los municipios de más de 50.000 habitantes... pero en el resto de nuevo la militancia tendrá la última palabra.

La lucha entre los dos políticos va a ser sin cuartel. Sánchez tiene el poder que emana de Ferraz, pero Susana cuenta en Andalucía con un partido que se ha sentido agredido sistemáticamente por un Pedro Sánchez que no ha perdonado que la presidenta le plantara cara. Por mucha que sea la fuerza de Sánchez, Susana tiene a su favor la cercanía con la gente, los estatutos… y referentes históricos del partido están con ella. Ya no mandan, pero en algunos sectores del PSOE una palabra de Felipe o de Alfonso tiene más valor que el mejor cartel electoral.

Susana por otra parte ha desmontado el argumento de Sánchez de que ha perdido las elecciones: las ganó, aunque no pueda seguir gobernando. El que no ha ganado nunca unas elecciones, repiten sus leales, es Pedro Sánchez. Susana no cuestiona la validez de su Gobierno: lo que no le gusta es que lo haya conseguido con el apoyo de independentistas catalanes y de Bildu, que colaboraba con ETA.

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