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Cuatro al Día es un programa completamente innecesario. A principios de año Mediaset anunció que cancelaba Noticias Cuatro. La noticia causó gran revuelo. Suponía el fin de los servicios informativos de una cadena que nació precisamente con esa seña de identidad. Para paliar,o al menos para intentar paliar el daño, desde Mediaset se inventaron Cuatro al Día, un magacín de tarde sobre actualidad que también cuenta con alguna píldora informativa tanto al mediodía como los fines de semana. Pero cuatro meses después de su estreno se puede afirmar que el espacio no es más que un parche que intenta tapar un error.

El principal problema de este programa es que no tiene nada nuevo. No ofrece algo que llame la atención de los espectadores. Es casi igual que Más Vale Tarde, formato que se emite a la misma hora en La Sexta y que está más que asentado en la parrilla televisiva. Por muchas exclusivas que cuenten, Cuatro al Día está abocado a desaparecer. Y si no lo hace, desde luego no es porque merezca estar en antena.

Es una pena, porque su presentadora merece la pena. Carme Chaparro ha presentado Informativos Telecinco y Noticias Cuatro durante décadas. Es uno de los rostros más creíbles y profesionales con los que cuenta Mediaset. La también escritora merecía una oportunidad parecida a esta pero en buena. Carme transmite bien las noticias, modera bien las mesas de debate y se nota que le apasiona su trabajo. Pero no es suficiente. Cuando te dan un programa en una franja horaria casi imposible, para salir del paso, con los mismos colaboradores que en el resto de programas del género y por intentar quedar bien, por muy buena que seas tienes poco que hacer. Y algo parecido a lo que sucede con Carme es lo que ocurre con Santi Burgoa, el copresentador. El periodista ha participado en otros programas de actualidad y de investigación y cuenta con una amplia trayectoria en sectores como el doblaje o la radio. En Cuatro al Día tenía la gran oportunidad para dar el salto como han hecho otros compañeros como José Yélamo. Pero se ha quedado en el intento pese a su profesionalidad y buenhacer.

Con Cuatro al Día ha llegado un nuevo programa que reafirma que desde hace años la cadena tiene un problema, en especial en la franja de tarde. Pese a los intentos por reflotarla no hay forma de lograrlo. Y eso en gran parte se debe al poco interés que se percibe por parte de los responsables. Es una pena. Cerrar una cadena de televisión no es una decisión fácil. Pero casi siempre más vale una retirada a tiempo que una derrota como la que está sufriendo Cuatro.

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