El Íbex 35 ha finalizado la semana con ganancias del 2,01%, lo que llevó al selectivo a colocarse en los 8.990,1 enteros. A pesar de que estuvo a punto de conquistar la cota psicológica de los 9.000 puntos, el índice se quedó finalmente a las puertas, cerrando con un ligero descenso del 0,03%.

Ayer se conoció que el crecimiento de la economía de la zona euro se ralentizó entre abril y junio al 0,2%, mientras que en el trimestre precedente el alza fue del 0,4%. En comparación con el segundo trimestre de 2018, el PIB del club de los países que comparten la moneda común creció un 1,2%, una décima menos que en el primer trimestre.

Asimismo, el empleo en la UE y la Eurozona alcanzó máximos históricos en el número de ocupados en el segundo trimestre, pese a que la desaceleración económica se reflejó en un menor incremento del empleo en ambas regiones.

Los inversores siguen de cerca la evolución del Brexit, en un escenario marcado por el bloqueo a los planes del primer ministro británico, Boris Johnson, de convocar elecciones anticipadas a mediados de octubre e imponer una salida de la UE no pactada.

Al otro lado del Atlántico, se conoció que la tasa de desempleo de EEUU se mantuvo estable en julio en el 3,7%, por lo que se situó cerca del mínimo desde 1969, según los datos publicados por la oficina de estadísticas laborales del Departamento de Trabajo.

Las principales bolsas europeas concluyeron en positivo, con ascensos del 0,15% para el Ftse 100 de Londres, del 0,54% para el Dax de Fráncfort y del 0,19% para el Cac 40 de París.

El precio del barril de se situó en 60,63 dólares. La cotización del euro frente al dólar ascendía hasta 1,1041 billetes verdes.

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