Análisis

Pedro Benzal Molero

Profesor de Filosofía

¿Son seguras las entradas a los colegios de nuestros hijos?

El accidente de Madrid nos ha llegado al corazón. Todos los centros debieran tener los recursos y calidad suficientes para que el alumnado fuese al más próximo a su domicilio, porque a parte de evitar desplazamientos inútiles se lograrían muchos beneficios, como ahorro de tiempo o inserción social en el entorno

¿Son seguras las entradas a los colegios de nuestros hijos?

¿Son seguras las entradas a los colegios de nuestros hijos? / Agencias

El pasado 4 de noviembre poco después de finalizar las clases a las 17:30 horas de la tarde en el colegio Fomento Montealto, situado en la calle La Masó de la capital madrileña, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, ocurrió el accidente lamentable que provocó la muerte de una niña de seis años y heridas de gravedad de otras dos niñas de 10 y 12 años.

Una madre tratando de aparcar un coche automático al dar marcha atrás se desplazó accidentalmente hacia adelante arrollando a las menores. La pequeña entró en parada cardiorrespiratoria y el Samur practicó las maniobras de reanimación durante más de 40 minutos pero solo pudieron certificar la muerte.

Este accidente nos ha llegado al corazón a todos los españoles y como es lógico nos ha llevado a hacernos algunas preguntas ¿Son seguras las entradas de los colegios para nuestros hijos? ¿Podemos hacer algo para que estos lamentables sucesos no se vuelvan a producir? ¿Pueden hacer algo las administraciones educativa o local?

Estas son algunas preguntas que debemos plantearnos y buscar soluciones para que lo que ha ocurrido en Madrid y otros muchos sucesos de menor impacto social que ocurren a diario en otras ciudades de nuestro país se puedan evitar. Todos tenemos algún cole cerca de casa y vemos a diario con estupor la cantidad enorme de coches que se agolpan en el entorno del cole a las entradas y salidas. Esta situación es mucho más escandalosa en los colegios privados y concertados porque en este caso el alumnado no suele ser del barrio del colegio (como ocurre en los coles públicos) y el transporte de bus unido a los coches particulares de los padres y madres garantiza el caos circulatorio (aparcar en sitios prohibidos, en doble fila, subir y bajar del coche sin mirar…..). Todo esto ocurre en centros de 500, 700 ó 1000 alumnos, generando situaciones de riesgo permanente donde es posible que pueda pasar cualquier desgracia personal y material.

La respuesta a primera pregunta es clara, hay que reconocer que no son seguras las entradas y salidas de los colegios de nuestros hijos. Y podemos y debemos hacer algo entre todos para mejorar esta situación. No es suficiente con poner algún guardia municipal para ordenar el tráfico, (que es bueno que esté), el propio colegio y los padres y madres deben conocer normas explicitas del centro educativo para realizar bien la tarea de llevar y recoger a sus hijos. Las Ampas tendrán algo que aportar en este sentido y el Plan de Centro deberá ser claro y útil para realizar estas tareas a diario. Las normas han de ser conocidas por todos, respetadas por toda la comunidad educativa y por supuesto contar con la colaboración explicita del Ayuntamiento.

Las administraciones no pueden 'escurrir el bulto', deben estar colaborando activamente en la solución del problema. La administración local además de velar por el cumplimiento de las normas de circulación debe reservar espacios y tiempos para acceder de forma ordenada a los centros educativos. A modo de ejemplo diré que el espacio del autobús y de vehículos particulares ha de estar delimitado, lo mismo que el espacio de los peatones. Han de tenerse en cuenta muchos factores: número de alumnos, cuantos vienen andando, cuantos en vehículos particulares, cuantos en Bus público o privado, bicicletas, patinetes, ciclomotores, etc. Teniendo esta información se pueden organizar mejor el acceso y la evacuación de los centros y esto es fundamental que forme parte de Plan de Centro y sea conocido por todos.

Por último, y sin duda la máxima responsable de todo esto es la Administración Educativa, que debe buscar soluciones a este problema generalizado en nuestro país y que cada comunidad autónoma que es la competente, debe resolver según su realidad y peculiaridades para la tranquilidad de todas las familias.

El instrumento más importante con el que cuenta la Consejería de Educación y Deportes en el caso de la Junta de Andalucía es el Decreto de Escolarización, en él se establecen los criterios de admisión del alumnado y se planifica el número de grupos y de alumnos del centro educativo.

En la actualidad Decreto21/2020, de 17 de febrero (Boja número 34 de 19/02/2020) es la normativa vigente en Andalucía. En su Capitulo II se refiere a las Áreas de influencia, criterios de admisión, acreditación y prioridad.

No es este el lugar para debatir de elementos técnicos de este procedimiento pero sí dejaré clara mi posición sobre un elemento que está valorado pero que a mi juicio debería ser casi determinante, me refiero la proximidad del domicilio familiar al centro educativo, sobre todo en edades tempranas, la educación infantil, primaria y secundaria. Todos los centros debieran tener los recursos y calidad suficientes para que el alumnado fuese al centro más próximo a su domicilio. A parte de evitar desplazamientos inútiles se lograrían muchos beneficios, ahorro de tiempo, inserción social en el entorno (con todo lo que ello supone). Si los recursos educativos fuesen similares nadie entendería el actual desbarajuste de niños y familias de un sitio para otro en nuestras ciudades.

Por supuesto que la situación cambia en las enseñanzas no obligatorias, los bachilleratos, la formación profesional y la universidad. Pero hemos de reconocer que ahí no está el problema al que nos estamos refiriendo. Son los peques los que necesitan el apoyo familiar para ir al cole.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios