Se distingue por lo común entre Academia y Foro. La primera es pureza teórica, análisis sosegado y avance de la ciencia, sea cual sea. El Foro es práctica ordinaria, respuesta rápida y aplicación del conocimiento y las capacidades a un fin concreto. Como casi siempre, se oponen la teoría y la práctica. El Dr. Jekyll es la Academia y Mr. Hyde domina el Foro. Discrepo. ¿Acaso la Academia no nutre al Foro de recursos válidos para mejorar la experiencia concreta?, ¿y no proporciona el Foro demostración empírica de la validez de los postulados dictados por la Academia? Foro y Academia, Academia y Foro, o van de la mano, o no van a ningún lugar. La sabiduría que la Academia da no se naturaliza sin la práctica que el Foro mejora. Y, en medio, las personas.

Ni piensan las máquinas ni aplican las herramientas. Son personas las que nutren de contenido a la Academia y lo son también las que se fajan cada día en el tajo del Foro. De entre todas ellas, las unas y las otras, hay una categoría que destaca: la que mezcla en un combinado (atractivo y adictivo) lo mejor de cada casa, una sólida conciencia teórica con una potente fuerza práctica. Esta relación fluida es la que hará crecer en capacitación y habilidad a nuestras sociedades. Es lo que hará que la máquina funcione. Como el claustro en un monasterio, es la solución arquitectónica que conecta las dos naves de todo el conjunto: la que piensa, y cree; la que vive, e insiste. Suma la suerte, aunque haya que buscarla.

Mi suerte es hallar, y disfrutar, un trozo de mundo así. El que habita Samuel, chileno, con su potencia intelectual; el de Francisco, mexicano, y su carisma integrador; la reposada experiencia de José Rafael, venezolano; el de Liz Katherine, colombiana, por su atención al detalle; la fabulosa síntesis de Rodrigo, de Chile; la rigurosa honestidad del mexicano Sandor; el brasileño Abrão, de profundísimo conocimiento; Cecilia y Claudia, Colombia, finura y fuerza; el discreto consejo de la española Marina; la amable respuesta de la peruana Mónica; el vibrante empuje joven de Rafael, ecuatoriano, y José Elkin, colombiano… nombres propios de un conjunto plural, representantes de un todo más amplio, colegas de capacitación extra por gusto, que tiene por apellido la generosidad más pujante que haya conocido yo a nivel académico, práctico, profesional y humano. Son un lujo y éste es mi homenaje. Y viene regado con vino de relato que sirve Ricardo Garzón Cárdenas. Y saboreado con cocina de domingo. El cocinero es un ciudadano del mundo, asturiano de origen, leonés de adopción, pasional de condición: Juan Antonio García Amado.

Pues, mira, Toño (te tuteo porque no lo haré en vivo), no sé si esto que has montado es Academia que nutre al Foro o posibilidad de que el Foro sume a la Academia, pero clarito tengo algo: es Escuela, Profesor. Y sirve. Y contagia. Y estimula. Eso es razón práctica y lo demás son vainas.

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