Ala vista está que vivimos un momento histórico único e inigualable, los acontecimientos planetarios se suceden a ambos lados del océano Pacífico, aunque parece ser que los defensores de la ceja, ansiosos de que por fin se celebre el matrigay Obama-Zapatero, van a tener que conformarse con el 'bautizo' civil que el otro día celebro el chamán Zerolo. Y es que a Obama pocas ganas se le vio de involucrarse en los pajines mentales nacionales cuando el pasado jueves en su discurso al mundo musulmán en la Universidad de El Cairo se olvidó de ZP al hablar de la Alianza de Civilizaciones, y se refirió únicamente al primer ministro turco. Y si así nos van los acontecimientos planetarios fuera de España, los que suceden dentro de nuestras fronteras tampoco le van a la zaga. El revanchismo de Pepiño que, para vengarse de las alusiones al falcon que uso ZP para irse a un mitin y del affaire Chaves, no se le ocurre otra cosa mejor que -por primera vez en nuestra democracia- desvelar un secreto como es la seguridad de un ex presidente del Gobierno, las rectificaciones fueron verdaderamente lamentables. Y es que esta campaña electoral, en la que poco o nada se ha hablado de Europa, ha sido de las más bochornosas y rastreras que yo recuerde, creo que la mayoría de los españoles hemos sentido vergüenza ajena ante tanta paletada y constante estupidez que hieren la sensibilidad de cualquier ser medianamente inteligente. Que este Gobierno y su partido nos toman por tontos no es nada nuevo, lo hicieron hace un año con la negación de la crisis y lo hacen ahora con los famosos "brotes verdes", pero la mentira debería de pasar factura antes o después a los que viven de ella. En Estados Unidos, país tan odiado hace tan solo unos años por ZP y su troupe y ahora tan estúpidamente idolatrado, no se consiente que sus políticos mientan y es causa inmediata de reprobación y rechazo; aquí, sin embargo, mentir está a la orden del día, parece que la legitimidad para hacerlo se basa en querer conseguir votos a toda costa, y si el electorado nacional se cree a pies juntillas que "los otros" van a quitar las pensiones, van a propiciar el enriquecimiento de los ya ricos y a empobrecer al resto, verdaderamente somos un país que tenemos lo que nos merecemos: una división frentista artificiosamente ideada por el líder de la memoria histórica, un país fragmentado políticamente a causa de concesiones sin límite a los nacionalismos a costa del resto de España, una crisis de valores aguda, alentada por esa nueva Formación del Espíritu Nacional que es la Educación para la Ciudadanía, y a la que nada ayuda que analfabetas de primera se posicionen a favor de un aborto sin límites puesto que los fetos no son seres humanos, y, en definitiva unos gobernantes que nos conducen irremediablemente a la ruina. Ojalá cambiemos.