Hoy ejerzo mi derecho a la pereza. Cansado de predicar en los desiertos posverídicos, sin éxito alguno, me echo en manos del más perezoso de los géneros literarios: el aforismo: pensamientos caramelizados, crujientes, nitrogenizados, servidos en lecho de limpia sabiduría. Peos de lumbre, según mi amiga Coco Vida. Ocurrencias que lo asaltan a uno de madrugada, en pleno duermevela, en el filo de la navaja del sueño y la vigía. Creo que me merezco este descanso. Llevo escritos miles de artículos y en algún momento tendría que aflojar. Disparo: 1. Hoy en día, la única forma de hablar en serio, es hacerlo en broma. 2. Las democracias perecen por golpes de Estado violentos o a golpe de inútiles convocatorias electorales. 2. Menos quejarse de las procesiones. Gracias a la intercesión de sus titulares, ha subido el Granada. 3. No me salen las cuentas porque me falta un concejal. 4. Admirábase un cenero / Al ver qué suprema maña / Tienen los niños de España: / Un móvil por sonajero (este, al alimón con Francisco Ortega Alba). 5. La fonología se ha vengado del 'nosotras'. Hay quien se ha sentido excluido y ha dejado de votar a Unidas Podemos por esa ocurrencia. 6. De un votante sadomasoquista: "¡Róbame, róbame mucho, como si fuera esta la primera vez!". 7. De un político ladrón a sus fieles votantes: "¿Qué tendré que hacer para que no me votéis? ¡Mira que me esfuerzo!". 8. Fernando VII juró la Constitución de Cádiz protocolariamente y después la traicionó. ¡Felón! 9. La presidenta del Congreso se puso para su entrevista con el rey un vestido mono, pero un superlazo lo echó a perder. 10. Hay hombres que, cuando les preguntas por la belleza de otros hombres, aunque sean expertos en arte clásico, ponen cara de asco y dicen como escupiendo: "Yo no entiendo de hombres"; yo sí entiendo de vestidos de mujer, y más que voy a entender cuando termine el curso de moda que pienso completar en Carolina Herrera. No me ayuda el que mi ropa la compre siempre en el Kiabi. 11. Hambriento de triunfos y condenas, cómo me gustaría ser Rosalía o jugadora de la selección española de fútbol o, si no, catedrático de derecho constitucional, como Pérez Royo, para entender el juicio del procés. Ya paro. ¡Estoy agotado!
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