Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Agujero negro

Morfeo Politikon llevó a Garnata por los confines de la Nebulosa Estatutaria hasta el umbral del agujero negro 28F19890

Tras el paréntesis en mi mitológico olimpo andaluz para reivindicar el legítimo derecho constitucional de Granada a constituirse en autonomía propia, por mor de la habilitación de los artículos 2, 143 y 144 CE, vuelvo a mi mitología infantiana, como culmen supremo del falso mito erigido por intereses partidistas ávidos de sillones políticos, que ha abonado la ficción de Andalucía, a la que nunca perteneció Granada.

Morfeo Politikón, seductor político vendido al mejor postor, de izquierdas o derechas según el cargo prometido, llevó a Garnata, flotando en la ingravidez del universo infantiano, por los confines de la Nebulosa Estatutaria hasta el umbral del agujero negro 28F1980. Allí, Garnata observó la negrura más profunda de una concentración de masa oscura que generaba un campo gravitatorio del que se percató que no podía escapar. La atracción era cada vez más poderosa. Atemorizada, miró a Morfeo Politikón en busca de ayuda, pero éste, para su sorpresa, le dio un fuerte empujón lanzándola al abismo más insondable del oscuro agujero.

"Garnadexit, Garnadexit, Garnadexit… -le dijo-, los traidores a Andalucía, como tú, sólo merecen caer en el más profundo ostracismo. Espero que permanezcas ahí por más tiempo del que te ha condenado el supremo Bleus".

Mientras, Garnata caía girando a través de la negra hondura, comprendió la trampa urdida por Andalucía e Infame valiéndose de este magnético personaje, que, de adulador y salvador de su causa, pasó a arrojarla a los confines más destructivos y perversos de la galaxia andaluza. Liberarse de su larga y desventurada condena a vagar 45 años por aquellas tinieblas del sombrío agujero 28F1980, le iba a ser prácticamente imposible.

Había confiado en Politikón, la nefasta personificación de todos los políticos que aseguraban ser sus adalides, cuando sólo buscaban satisfacer sus propios intereses espurios.

Cómo lamentaba no haber tomado el flúor de Seques, el elixir del Garnadexit. Le hubiera devuelto su tierra y su libertad. Ya lo había vivido en el pasado con su propio Reino, lejos de Andalucía e Infame, que ni eran sus padres ni nunca lo habían sido.

Pese a su fortaleza, Morfeo Politikón se alejó con dificultad del agujero negro al que había lanzado a Garnata, su campo gravitatorio era extremadamente poderoso. Esbozó una sonrisa entre complaciente y pesarosa, y se presentó ante su diosa Andalucía para darle la buena nueva. Ésta, satisfecha, le premió con la inmortalidad. Él la deleitó con su cautivadora mirada.

Mientras, Garnata, comprimida por la gravedad, entró en una curvatura del espacio-tiempo, lo que provocó una singularidad que la envolvió en un horizonte de sucesos…

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