Mar adentro

Milena Rodríguez / Gutiérrz

Ahorro o muerte

LAS autoridades cubanas llamaron Período Especial en Tiempos de Paz a una de las etapas más críticas que se vivieron en Cuba. Era el comienzo de los años 90, el campo socialista y la Unión Soviética habían caído y la economía cubana mostraba su peor cara: había apagones eléctricos de 12 horas seguidas; pocos (poquísimos) alimentos; el transporte público apenas funcionaba; escaseaban las medicinas en las farmacias; en los hospitales, los enfermos tenían que llevar las sábanas de sus casas para ser ingresados...

Cuba nunca ha salido totalmente de aquel período. Sin embargo, gracias a Chávez y al régimen de Venezuela, la economía cubana había alcanzado en los últimos años cierta mejoría. El intercambio suigeneris entre Cuba y Venezuela (Cuba exporta ideología y mano de obra cualificada y barata a Venezuela, mientras ésta suministra a Cuba petróleo) supuso un alivio para la siempre dura vida cotidiana de los cubanos.

En los últimos tiempos, sin embargo, Cuba está regresando a una situación que los cubanos consideran una reedición del Período Especial. Las vacas gordas del petróleo venezolano han disminuido su corpulencia y las consecuencias empiezan a notarse con fuerza en la isla. Los periódicos cubanos (todos estatales, ya se sabe) han dado ya a los ciudadanos (es un decir; como ha dicho Hilda Molina, la neurocirujana que después de 15 años ha sido por fin autorizada por el régimen de la isla a viajar a Argentina, los cubanos parecen esclavos del XVIII) la nueva consigna. "Ahorro o Muerte", es el lema que hoy se escucha en Cuba.

La nueva consigna refleja la degradación del régimen cubano, es símbolo de la caricatura en la que se ha convertido. El gobierno de los Castro ha sido siempre practicante de la necrofilia, partidario de la muerte, como los fascistas españoles. La muerte ha sido siempre la opción otra, primero a la Patria, después al Socialismo. La muerte, en fin, ha la única alternativa política en cincuenta años para los cubanos. Ahora, la muerte vuelve a estar en primera línea. Pero ya no tiene enfrente ideales supuestamente puros y sagrados, sino algo mucho más prosaico: el ahorro.

Dicen los cubanos que viven en Cuba que los largos apagones están volviendo: a las casas, a las empresas, a las tiendas de dólares. Dicen que los empresarios extranjeros están empezando a cerrar sus negocios y a marcharse. Dicen que muchos cubanos están quedándose en la calle, sin trabajo. El gobierno cubano ha dispuesto que se ahorre y los cubanos ahorran. El mundo, como siempre, asiste impasible a sus disposiciones.

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