Abu Ishaq al-Sahili al-Tuwayyin (Granada ca. 1290, Tombuctú 1346) tuvo una vida de auténtica película, aunque hasta el momento no ha formado parte de la cinematografía.

Al-Sahili es un gentilicio que significa "el de la Costa" que le vino de su abuelo materno, y al-Tuwayyin es un apodo: 'El Perolico'. Su mejor biógrafo es Ibn al-Jatib en la Ihata. Especialista de la poesía de este autor es el arabista Fernando Nicolás Velázquez Basanta que la recogió en su libro: Un matanabbi andaluz (Cádiz, 1999).

De familia acomodada, su padre fue un alfaquí, experto en partición de herencias, ejerciendo en el gremio de los perfumistas en el zoco de las especias de Granada.

Nuestro al-Sahili ejerció en el arrabal de los comerciantes ricos de la ciudad, en la Alcaicería de Granada. Desempeñó funciones judiciales y administrativas. Destacado orador, poeta y brillante hombre de letras. De joven se introdujo en el mundo de las drogas, concretamente del anacardo, que le traería muchos problemas.

Su salida de Granada ¿fue un exilio? ¿Por problemas económicos o judiciales? ¿Para peregrinar a la Meca? Al-Sahili hace un largo periplo por el norte de África para llegar a el Cairo, Damasco, donde sus conocimientos jurídicos y literarios le hacen estar muy cerca de los altos funcionarios de la corte mameluca, a Yemen y a la Meca, donde en 1324 conoce al emperador de los mandingos Gongo Musà, con incalculables riquezas del África negra, incorporándose a su corte.

De forma documentada sabemos que construyó y decoró la qubba (salón abovedado) del rey Gongo Musà, aunque algunos autores le atribuyen su participación en otras construcciones como la famosa Mezquita de Tombuctú. Manuel Pimentel Siles escribió una interesante novela en 2008 titulada: El arquitecto de Tombuctú. Es Saheli, el Granadino.

Como embajador del emperador mandingo fue a visitar al sultán meriní Abul-Hasan en Fez, quien le ofreció un importante cargo al que renunció para regresar a Tombuctú. En su viaje de vuelta fue atacado por unos ladrones. En tierras africanas de la cuenca del río Níger mantuvo diversas relaciones con amas negras, con las que tuvo descendencia.

Su legado lo ha conservado y difundido el poeta, filósofo e historiador Ismael Diadié Haidara Presidente de la Fundación Fondo Kati. Desde 2013 hasta 2018 se ha celebrado 'La noche Sahiliana' de poesía y música, cada 15 de octubre en la Alhambra. Este año se ha realizado de forma virtual para recordar a ese ilustre granadino, puente cultural entre al-Andalus y el África negra, ausente de los libros de enseñanza de literatura, pese a ser una de las figuras más relevante de la Edad de Oro de las letras del Reino Nazarí de Granada.

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