Para que terminen de convencerse de que el mes de noviembre tenía gafe, ha sido llegar el primer día de diciembre y enterarnos de que, desde este próximo fin de semana, los vecinos del Albaicín podrán volver a usar los autobuses urbanos que el anterior equipo de gobierno municipal del PP les robó de la noche a la mañana, con nocturnidad, alevosía y oscuridad en la que , como siempre en esta ciudad, se esconde intereses turísticos, aunque a los vecinos les vayan dando.

Y es que el anterior equipo de gobierno municipal del PP le fue dando al barrio del Albaicín y a sus vecinos con todo lo que fue pillando y por donde pudo pero, sobre todo, por uno de los sitios donde el barrio tenía menos capacidad de defenderse, el de la movilidad que, por si no lo saben, es un aspecto que no se contemplaba en el famoso PEPRI Albaicín y por el que entró el viento frío de la derecha caciquil y oportunista granadina que no entendía el Albaicín si no era como un buen negocio para los amigos.

Por aquí te he pillado, pensó el alcalde y la charanga turística de siempre, y empezó por eliminar las pilonas que controlaban el acceso al barrio de los que no eran residentes llenándolo de turistas despistados, luego limitó el acceso a los propios residentes en una maniobra de acoso sin precedentes, luego prohibió los taxis que no llevaran turistas a hoteles, luego eliminó las líneas del transporte urbano, dio alas a segways y demás artilugios molestos y, finalmente y para rematar faena, se inventó el más insoportable de los negocios, el trenecito turístico que, como suele ser habitual en este tipo de dark bussiness, quedó blindado con una concesión con contrapartidas económicas tan descabelladas, que hoy por hoy y considerando la situación económica del ayuntamiento, hace muy difícil, aunque no imposible, recuperar la concesión y eliminar uno de los elementos más perjudiciales que tiene el barrio y su movilidad.

Lo que Pepe Torres y su charanga turística no tenían previsto es que un montón de vecinos, de forma espontánea y valiente, se organizara en una plataforma que por aquel entonces se llamó S.O.S. Albaicín y que, luego, se incorporó casi en pleno en la antigua Asociación de Vecinos del Albayzín, (por favor, no confundir con la otra, que eso de que haya dos en el barrio es otro regalo del PP).

Desde ahí y con imaginación, una tenaz paciencia y un ejemplar diálogo con otros colectivos del barrio, le arrancó al PP primero los autobuses durante la semana, luego el cambio de sentido de san Juan de los Reyes y ahora, con el nuevo gobierno municipal, ha conseguido uno de los objetivos más emblemáticos de su lucha, el de recuperar el autobús urbano los fines de semana. Si esto ha sido el primer día de diciembre, imaginen lo que esta por llegar con esta Asociación de Vecinos del Albayzín.