La Alhambra, tras el telón de acero

¿Quienes van a ser los responsables de la gestión, la custodia y la seguridad de los ficheros informáticos?

Es de un intervencionismo administrativo que raya en "lo soviético". Los touroperadores, nacionales e internacionales y la Confederación Española de Agencias de Viajes, que trabajan con el producto Granada y Alhambra -del que come mucha gente en la ciudad- y que son "los amos" internacionales -de verdad- del negocio turístico, fijando a su voluntad e interés sus flujos, tiempos, direcciones y objetivos, ya lo han advertido: Les molesta tener que ceder tanto dato de carácter personal de sus clientes y les entorpece su modo de gestión sólo para que les expidan unas simples entradas a la Alhambra, pues nada de eso se les exige en ninguna otra parte del mundo. Y digo del mundo, que no es poco.

Así, el control absoluto de la identidad de cada visitante, en aras -se dice- de la eliminación del comercio de reventa y que -dicho sea- existe en todos los destinos del turismo internacional. El Patronato de la Junta de Sevilla impone sí o sí para acceder a los recintos de la Alhambra y el Generalife el control del nombre, procedencia o nacionalidad, número del DNI o del pasaporte y en las entradas colectivas, la intrusión en la intimidad del visitante es mucho mayor aún, pues se les pide, también, edad y hasta el sexo. ¿Cómo no se les ha ocurrido exigir la tenencia previa de un "visado", con garantía de avales bancarios? Porque, puestos ya de esta manera, se podría pedir -también- un certificado médico de cavidad rectal, por si acaso…

Y el seguro impacto internacional que van a tener estas peregrinas y desmedidas exigencias, propias antes de países de "detrás del Telón de Acero", se va a acompañar del llamado "Plan Pernocta", que tiene hasta el nombre más propio de la desaparecida "mili", antes obligatoria. Ojalá funcione. Y ante estos requisitos identificativos, que impone el Patronato de Sevilla, qué van a hacer los hoteleros, las agencias y los guías si se trata de exigencias unilaterales del Patronato sevillano, poniéndoles la "pistola" del hambre en el pecho! ¡Que soberbia es la administración cuando compite con la iniciativa privada! Y en Granada, que no en Sevilla, por ejemplo…

Y la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal, ¿dónde se queda? ¿Quienes van a ser los responsables de la gestión, el tratamiento, la custodia y la seguridad de esos ficheros informáticos? ¿Quién garantiza el control para el acceso, la seguridad, la inviolabilidad y el secreto de esos datos de los visitantes? Tendrá que aclararlo el Patronato. ¿O no?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios