EL proyecto que abanderó la Diputación de Granada, bajo el mandato popular, para encumbrar a la Alpujarra al selecto club de los espacios declarados Patrimonio de la Humanidad está en el dique seco. A juicio del gobierno provincial no es un asunto que tenga un interés desmedido en la comarca. Así, prácticamente las aspiraciones quedan postergadas a un futuro, por ahora incierto.

LA economía mejora, sí, pero hay muchas circunstancias que aconsejan no echar las campanas al vuelo. Por un lado, para este 2016 se prevé un crecimiento limitado del 2,7%, mucho menos que el año pasado; y, por otro, el propio informe de Analistas Económicos de Andalucía advierte de que el ritmo empresarial no crece como debería y de que el empleo está demasiado vinculado a la precariedad.