URGENTE Pedro Sánchez se retira de la vida pública hasta el 29 de abril para pensar si seguirá de presidente del Gobierno

Los nuevos tiempos

César De Requesens

crequesens@gmail.com

Amber contra Depp

Ella tenía todas las bazas pero habían un tufillo a falsedad, como una bruma turbia en la sala

Sea cual sea el resultado final, esta escenificación televisada de las miserias más sórdidas del matrimonio Depp-Heard ha servido para confirmar lo compleja que es dar con la verdad en asuntos de pareja. También, para huir a partir de ahora de simplificaciones politizadas. Y de las condenas previas, claro.

Han realizado una actuación perfectamente calculada, sin azar ni sentimiento. Amber ha representado a la amazona moderna despechada-empoderada contra el macho-opresor que se suponía que era Depp. Previsible reparto, aunque la aparición de astutas abogadas casi consigue sacarle los colores de la incoherencia a un guión demasiado obvio. Las refriegas mujer contra mujer con el macho herido de por medio han dado mucho juego.

El que se ha saltado el guion del hetero-violento al uso ha sido Johnny enfundado en víctima de la cancelación social, en apestado que pierde contratos por la sombra del estigma del delito de moda. Los linchamientos es lo que tienen. Una vez que despedazas al perseguido es más complicado revivirlo.

Depp buscaba resarcimiento moral. Quería poner sobre la mesa la parte menos visible del drama, es decir, la duda sobre el reparto de papeles, mostrando que ni esta víctima era una palomita ingenua (más bien al contrario) ni él mismo el ogro feroz, planteando al respetable las posibilidades de la inversión de papeles.

Amber se ha revelado muy calculadora. Y ha dado mucho que pensar sobre la entrega de tantas armas legales si se usan para otros fines. La violencia también puede ejercerse aplicando la normativa según se ha visto.

A la espera del veredicto, el duelo mediático lo ha ganado Johny por goleada. La batalla de las audiencias, ha sido su mayor victoria. Ella tenía todas las bazas pero había un tufillo a falsedad, como una bruma turbia en la sala. Y eso sienta mal cuando ya le diste el apoyo de antemano. Sabe a traición. Da rabia.

Después de escucharles a ambos, conteniendo las ganas de vomitar o de llorar según el caso, nos queda la imagen de dos villanos forrados víctimas de sí mismos y de sus impulsos más sórdidos, lejos del duelo inicial walkiria humillada-pirata-villano.

Más allá de la sentencia, de lo que ya nos alegramos es de que tendremos a ese bucanero inocente con manos de tijeras para rato, ese ángel caído mitad y por eso tan divino y tan humano.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios