La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Amenazas por correo

En ningún país de la UE habría dudas de su veracidad. Aquí, 'pedropablismo' mediante, sí que las hay

La última semana de campaña en Madrid, quizá alarmados por los sondeos, y llamados a rebato todos los anti Ayuso del espectro político del izquierdismo capitalino, ha sido un cúmulo de dislates, indignos de la verdadera esencia de la representación política.

Han convertido Madrid en campo de tiro de su sectaria manera de ver la democracia. El lugar donde corroborar, sin la cocina fantasiosa de Tezanos agrandando el afecto, cómo se asienta en el populacho el arrebolado sanchismo incombustible, su "no pasarán" de alcoba, ese visceral e incuestionable discernimiento del "o conmigo o contra mí". Hoy culmina, afortunadamente, con las urnas haciendo de juez inapelable, todo ese bochornoso vodevil con el que, desesperados tras leer las encuestas, nos han obsequiado las izquierdas más anti que pro.

Vaya por delante mi feroz rechazo a tan intolerable manera de protesta, el cobarde atentado usando a Correos como mensajero, sin más razón que la sinrazón de quien pudiera creer que esa amenaza fuera un acto permisible en democracia. Que si balas en un sobre; que si casquillos en desuso en los otros dos; la navaja con pintas de pintura roja del esquizofrénico... No debería haber ningún tipo de condicional para decir, alto y claro, que se trata de una repugnante amenaza contra la libertad.

Han surgido voces poniendo en duda la veracidad de los envíos. Les desacredita su timidez condenatoria. Pero lo que debería llamarnos la atención es que la descabellada hipótesis de que dichos atentados hayan sido una invención interesada por quien necesita la polarización como argumento, pudiera ser cierta. Que en realidad sea una provocación intencionada de la izquierda, para evitar que los abstencionistas consumen su pasotismo electoral. En ningún país de la UE habría dudas de su veracidad. Aquí, pedropablismo mediante, sí que las hay.

Las mentiras continuadas, el maquiavelismo gobernante, Iván Redondo hablando de provocar las emociones para ir a votar, dos gorilas de Iglesias detenidos por agredir policías..., han hecho verosímil creer que un sobre con balas viejas pueda haber sido autoenviado por quien dice ser la víctima. Es el nivel de credibilidad que acusa la política hoy.

Las perfomances habituales de Sánchez e Iglesias, esa constante sobreactuación con la que insultan nuestra inteligencia, ha hecho que se crea veraz esa vorágine de auto conspiración para llamar la atención de votantes desanimados y desinhibidos. Así de disparatado está todo.

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