La ciudad y los días

carlos / colón

Anda jaleo

VEINTE cargos de la Junta imputados. Entre ellos la ex consejera de Hacienda y Economía, Magdalena Álvarez; el actual viceconsejero de Presidencia; cuatro viceconsejeros de Hacienda, Empleo e Innovación; tres secretarios general técnicos de la Consejería de Empleo; cinco directores generales del IFA/IDEA o el ex interventor general de la Junta. Otra bomba que convierte el caso de los ERE en el escándalo de corrupción más grave de la historia de nuestra democracia, con Gürtel/Bárcenas pisándole los talones. Si se obtuvieran indicios o pruebas de que además de su propia fortuna el ex tesorero del PP se ocupaba también de acrecentar la de su partido o las de algunos pesos pesados de su cúpula, empatarían.

Tantos escándalos casi al mismo tiempo a lo ancho de toda España, afectando a los dos partidos mayoritarios y a CiU, y a lo largo de toda la escala político-social, desde los gobiernos autonómicos a la Casa Real pasando por banqueros de postín, no puede ser una casualidad. Tengo la sensación de que estamos asistiendo a una de esas escenas de cine negro en la que todos se apuntan, se miran durante un instante sabiendo que si se lía el tiroteo caen todos y finalmente se disparan, organizando una masacre digna de Scorsese. En estas situaciones siempre alguien dispara el primero, en un segundo disparan los demás y en pocos minutos están todos acribillados y tirados por el suelo.

¿Hubo un primer tiro en este asunto? ¿Hubo un primer escándalo destapado al que se contestó destapando otro hasta organizar esta ensalada de escándalos? El caso es que este "anda jaleo, ya se acabó el alboroto y ahora empieza el tiroteo" ha llegado tan lejos que, mira qué casualidad, los dos partidos mayoritarios claman que se está instruyendo una causa general contra ellos. Lo acaba de hacer el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, acusando a la juez Alaya de abrir una "causa general por motivaciones políticas" contra los gobiernos de Manuel Chaves y de José Antonio Griñán. Lo hicieron antes altos cargos del PP, como Pedro Sanz o Arias Cañete, por lo de Gürtel y Bárcenas. Lo de Mario Jiménez es más grave porque acusa directamente a una jueza de actuar por motivaciones políticas. Si tiene pruebas que lo demuestre; y si no que se vaya o que lo echen. No todo puede decirse impunemente.

Nada de qué alegrarse. Esta degradación de los políticos degrada a la democracia, es decir, a todos nosotros.

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